|
|||||||||||||||
|
|
||||||||||||||
El dragón seduce al cóndor... |
|||||||||||||||
|
|||||||||||||||
Textos de Guillermo Acerbi | |||||||||||||||
|
|||||||||||||||
El 16 de Agosto, Garré inició un viaje de tres días a Beijing respondiendo a una invitación de su par chino. La comitiva estaba conformada por varios asesores de la ministra; como así también el general (retirado) Guillermo Sevilla, presidente del Instituto de Investigaciones Científicas y Técnicas para la Defensa (CITEFA), el coronel Gustavo Seraín, Comandante de Aviación del Ejército, y el capitán de fragata Zenón Bolino, ayudante naval. La visita tuvo como principal objetivo impulsar diversos convenios de cooperación educativa y tecnológica para el área castrense, visitar unidades militares, participar en exposiciones científicas vinculadas a la industria de defensa y mantener contactos con autoridades políticas y militares. Coincidiendo con el viaje de la ministra, fuentes del Ministerio de Defensa (MinDef) resaltaron enfáticamente que estaba “descartado cualquier proceso de compra de equipamiento de defensa”, en clara alusión a la probable compra de helicópteros y de un vehículo de transporte para el Ejército: “Estas operaciones llevan tiempo y no se va a firmar nada cuando faltan tres meses para el cambio de gobierno”. No obstante ello, la presencia en la comitiva del CAE (quien efectivamente visitó la fábrica donde se produce el Z-11) y un asesor naval permiten evaluar que el viaje se trató de algo más que una devolución de gentilezas y atenciones protocolares. Shopping de armamentos “made in China” Una vez conocida la propuesta china por el Z-11, algunos medios de prensa y foros especializados (en general desinformados) comenzaron a emitir juicios diversos sobre la tecnología y calidad de los productos de ese origen. Aún cuando el modelo tiene algunas falencias que podrían ser fácilmente solucionables (la potencia de su planta motriz por citar alguna), no podemos soslayar el hecho de que la industria aeronáutica china ya ha superado la era en que producía ingeniería reversa de obsoletos modelos soviéticos tales como los MiG-19 Farmer (Shenyang J-6 y Nanchang Q-5 Fantan), MiG-21 Fishbed (Chengdu J-7 en sus diversas variantes), Ilyushin Il-28 Beagle (Harbin H-5), Tupolev Tu-16 Badger (Xian H-6) y Mil Mi-4 Hound (Harbin Z-5), entre otras aeronaves.
La actualidad de la industria aeroespacial china tiene una dimensión impresionante y un respaldo económico casi ilimitado que se sustentan en una economía pujante, años de multimillonarias inversiones en materia de investigación y desarrollo (I+D), compra de tecnología y, por que no decirlo, espionaje y contrabando industrial de todo tipo. En el rubro aeroespacial, China ofrece hoy hardware de última generación, habiendo puesto en órbita su propia constelación de satélites de navegación y posicionamiento regional BeiDou-1 (un sistema de posicionamiento local con alcance hasta algunas regiones del Este asiático), la que tendrá en el futuro alcance global una vez implementado el sistema de navegación Compass (CNSS o Compass Navigation Satellite System) a través de sus satélites BeiDou-2. La implementación de este sistema en el ámbito militar ha quedado expuesta con el desarrollo de toda una nueva generación de sistemas de navegación y guiado para misiles y bombas inteligentes que utilizarán este sistema de para alcanzar sus objetivos. En medio de esta amplia gama de equipos existe una variopinta galería de productos, tanto aeroespaciales como navales y terrestres, muchos de los cuales resultan sumamente interesantes a la hora de analizar el re-equipamiento de las fuerzas armadas argentinas. Teniendo en cuenta las necesidades más prioritarias de las tres fuerzas, especialmente en lo que respecta a aeronaves, en las notas que acompañan a esta introducción destacamos varios productos que podrían satisfacer varias de ellas: Los helicópteros Changhe Z-11 (“El primer adelantado”) y Harbin Z-9 (“Un delfín llamado Zeta Nueve”); y los aviones de combate Chengdu J-10A/B (“Un heredero para los deltas de Tandil”) y Xian JH-7 (“¿El restaurador de las capacidades ofensivas?”). Algunas consideraciones Hasta la fecha no se conocen antecedentes sobre los términos contractuales de una eventual compra de armamento por parte del MinDef; quien en virtud de la Ley 24.948 de Reestructuración de las Fuerzas Armadas es el único responsable de la evaluación, adquisición, racionalización, sistematización y normalización de los materiales de cada una de las fuerzas. Con asesoramiento del Estado Mayor Conjunto sobre la aptitud y aceptabilidad del equipamiento previsto y de acuerdo con el planeamiento militar conjunto que se efectúe en función de la Política Nacional de Defensa (artículo 17 de la Ley 23.554), el MinDef deberá evaluar las siguientes alternativas para definir la actualización de equipamiento de defensa (artículo 19):
Para que se materialice la “alternativa china”, es entonces evidente que el MinDef debe descartar las primeras dos alternativas propuestas en el artículo 19 y asumir que la incorporación de material nuevo es el único método factible para cumplir con los requerimientos más importantes de las fuerzas aéreas argentinas. No por imposición, sino por la imposibilidad de alcanzar resultados razonables mediante la recuperación o modernización del vetusto equipamiento que aún sobrevive en el país. Adicionalmente, al tratar la incorporación de nuevos equipos, deberá dar prioridad a aquellos que potencien la capacidad disuasiva, favorezcan la normalización con los ya existentes a nivel conjunto y aporten nuevos desarrollos tecnológicos. También deberá privilegiar la incorporación de sistemas de armas que incluyan la transferencia de la tecnología involucrada y el equipamiento necesario para el adiestramiento operativo simulado (artículo 20).
Estos términos resultan imprescindibles para cualquier adquisición futura de material militar, especialmente cuando se trata de aeronaves. Al tratarse de equipamiento nuevo, entendemos que nuestro país podrá solicitar a China compensaciones económicas o una contraparte mediante la ampliación del volumen de importación de bienes y productos argentinos, más allá del acotado durante la definición de los acuerdos comerciales bilaterales: “Según el memorándum de entendimiento entre los dos países, para 2010, la Argentina debería estar exportando a China productos por US $ 6.500 millones al año, en vez de los US $ 2.500 millones actuales” (véanse, sin embargo, nuestras aprehensiones en “Argentina y el respeto a las alianzas estratégicas”). En cualquier caso, China se presenta como un mercado con gran potencial y ciertamente mucho más “permeable” a la oferta de productos argentinos que los que resultarían de convenios similares con países europeos o con los Estados Unidos, siempre en lo que respecta a compensaciones económicas y/o industriales normalmente convenidas en operaciones de compra de armamento. La posibilidad de fabricar bajo licencia o ensamblar localmente es una alternativa más que interesante debido al número de aeronaves involucradas, especialmente considerando la capacidad “ociosa” de la ex Fábrica Militar de Aviones (FMA) que podría ser aprovechada; ya sea involucrando o no al actual concesionario norteamericano. Más allá de la validación técnica del equipamiento expuesto en este análisis, existen también consideraciones de índole político que, a la hora de la toma de decisiones, permitirían volcar la balanza a favor del armamento de origen chino. A este respecto, fuentes de la cartera de Defensa destacaron que una “alianza estratégica” con los chinos es de significativa importancia y “fortalece la independencia defensiva argentina". Como pocas veces durante los últimos años se presenta una gran oportunidad para restituir a las fuerzas armadas argentinas los medios necesarios para cumplir con la misión de “defender a los habitantes de la Argentina, su integridad territorial y sus recursos naturales de la intrusión de un agresor estatal externo”. En la actual conducción política de la Argentina recae la responsabilidad de generar un punto de inflexión y revertir una nefasta situación que, ya sea por rencores ideológicos, desinterés y/o incompetencia, puso en altísimo riesgo la defensa nacional dejando a nuestro territorio en un estado de invulnerabilidad absolutamente inaceptable. Lo expresado en este análisis no representa una opinión oficial de las fuerzas armadas argentinas ni del Ministerio de Defensa, a excepción de las frases o dichos que se indican expresamente. Algunos lectores y/o analistas podrán discrepar con los modelos de aeronaves que son objeto de nuestro análisis. El autor deja aclarado que se trata de un ensayo teórico propio, aunque tiene la firme pretensión de ser considerado por los responsables de la Defensa Nacional a la hora de evaluar opciones de equipamiento para las fuerzas armadas argentinas. |
|||||||||||||||
|
|||||||||||||||
En la elaboración de este reportaje se consultaron las siguientes fuentes: Clarín, Página 12, Flight International, Forecast International, Fundación Sophia, Ministerio de Defensa argentino, Scramble, Turbomeca y Zona Militar. Un reconocimiento especial para los aportes y comentarios de Carlos Ay, Jorge Souto y Anibal Baranek. | |||||||||||||||
|
|||||||||||||||
Nuestra foto de apertura |
|||||||||||||||
|
|||||||||||||||
Notas relacionadas: |
|||||||||||||||
|
|||||||||||||||
El portal - Humor - Pasando Revista - Wall papers - Registro Argentino |
|||||||||||||||
|
|||||||||||||||
© 2002-2011- Todos los derechos reservados |
|||||||||||||||