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Compilado por Gustavo Lepez Si bien la actividad aeronáutica civil argentina se remonta a principios de la década de 1910, no fue sino hasta 1923 que se hicieron los primeros esfuerzos por formalizar distintos aspectos reglamentarios, jurídicos y técnicos de la materia. Si bien la República Argentina no adhería en aquel entonces a definido en la Convención para la Reglamentación Aérea Internacional firmada en París el 13 de octubre de 1919, el gobierno del Presidente Marcelo T. de Alvear fue el primero en fijar algunas normas concretas para la actividad aérea civil mediante decreto promulgado el 4 de septiembre de 1925. Según esa norma transitoria, todas las aeronaves civiles existentes en el país y las que posteriormente se introdujeran, se consideraban de matrícula nacional y sus propietarios estaban obligados a inscribirlas en el Servicio Aeronáutico del Ejército (aviones, dirigibles o globos) y en la Jefatura del Servicio Aeronáutico Naval (hidroaviones o anfibios). Para registrar esas aeronaves se emplearía un prefijo de nacionalidad (la letra "R") y cuatro letras para identificar la matrícula. Las aeronaves inscriptas en el Ejército llevarían por primera letra de matrícula la "A" seguida de una "C" si se trataba de aviones civiles, una "G" si pertenecían al Ministerio de Guerra o una "M" si eran del Ministerio de Marina. Los hidroplanos inscriptos en la Marina llevarían por tercera y cuarta letras distintas combinaciones de las letras T, V, W, X y Z. La norma entró en vigencia el 30 de julio de 1926 pero no tuvo gran adhesión hasta 1928. Para ese entonces, la matriculación de cuatro letras sería sustituida por un correlativo numérico que, comenzando en "1", alcanzaría el "350". Adhiriendo a la Convención de París, el 10 de noviembre de 1937 la Dirección General de Aviación Civil dispuso discontinuar el sistema de matriculación pre-existente y reemplazarlo por uno nuevo que utilizaría como identificación a una combinación de cinco letras comprendidas entre LV-AAA y LV-ZZZ. En los más de 70 años transcurridos desde entonces, el espacio de matriculación fue segmentado según distintas preferencias y gustos de las autoridades de turno. En la actualidad, sin embargo, las matrículas parecen ser asignadas más o menos secuencialmente y aprovechando todos los huecos dejados libres por sistemas de segmentación parcial. A pesar de ello, se mantiene algunos tramos reservados: Los planeadores emplean matrículas entre LV-DAA y LV-EZZ, los aviones experimentales y ultralivianos operan con prefijo LV-X y LV-U, respectivamente, más un correlativo numérico, los demostradores operan en el rango LV-DMA a LV-DMZ y las aeronaves en tránsito hacia el país, conocidas localmente como "pasavantes", son matriculados temporalmente en el segmento LV-PAA a LV-PZZ. A continuación, ponemos a disposición de nuestros lectores y visitantes nuestro catálogo de aeronaves civiles argentinas. Cada celda de la tabla da acceso a una página específica que describe una serie de matrículas "Lima-Víctor" (p. ej. "LV-AAA a LV-AAZ") en la cual se revisan los antecedentes de dicha serie y proporcionamos información de cada aeronave registrada en la misma (marca y modelo, número de serie o construcción, año de fabricación, fecha de alta y baja en el registro y último propietario conocido. También proveemos enlaces hacia portales fotográficos donde se aprecian imágenes de cada aeronave. Para identificar los portales fotográficos consultas, se emplea la siguiente convención: "AC" identifica a Aviation Corner, "AL" a Airliners, "JP" a JetPhotos y "MA" a MyAviation.
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