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Un heredero para los deltas de Tandil

J-10A de serie en servicio con la 44th Division de la PLAAF retornando de un vuelo de entrenamiento. La tapa del alojamiento para el paracaídas de frenado se encuentra abierta (foto Chinese Military Aviation).

 

Texto de Guillermo Acerbi

Buenos Aires (27 de febero de 2008). Diseñado y producido por Chengdu Aircraft Corporation (CAC) y el 611 Aircraft Design Ins-titute, el J-10A/B (denominado F-10 para la exportación) nació ante el requerimiento de la Fuerza Aérea del Ejercito de Liberación Popular (PLAAF o People’s Liberation Army Air Force) de un caza multirrol de cuarta generación que pueda asumir tanto misiones de superioridad aérea como de ataque. Desde el inicio de su desarrollo hubo especulaciones que referían al J-10 como directamente beneficiado por la transferencia de tecnología del frustrado caza Lavi de Israel Aircraft Industries (IAI), empresa a quien los chinos le habrían adquirido ingeniería y transferencia de tecnología. Si bien ambos modelos comparten una configuración y diseño aerodinámico similares, el J-10 es un avión completamente diferente tanto en dimensiones como en prestaciones.

La configuración canard + delta y un fuselaje diseñado conforme a la regla del área le permiten un balance más que adecuado en lo que respecta a la maniobrabilidad tanto en el régimen transónico como en el supersónico y a cualquier altitud. Como punto negativo, debido a la falta de tecnología y maquinaria para la fabricación de materiales compuestos en China hubo que prescindir de su uso (y su consecuente ahorro de peso), optándose por una célula de construcción íntegramente metálica, que en contraparte otorga una gran robustez (límites de maniobra + 9G /- 3G). El J-10 goza de ciertos refinamientos que lo colocan legítimamente en la categoría de cazas de cuarta generación. Entre ellos, el de ser aerodinámicamente inestable y por lo tanto estar controlado mediante un sistema de mando digital (FBW o Fly By Wire) de cuatro canales. Dispone de 11 estaciones para portar armamento vinculadas a un bus de datos digital MIL-STD-1553B, tres de las cuales son húmedas (aptas para la instalación de dos tanques de combustible subalares y uno ventral). Las opciones contemplan misiles aire-aire e incluyen versiones autóctonas como el PL-8 (básicamente un Python III fabricado bajo licencia) y el SD-10 de guía radar activa que le otorga la capacidad de incursionar en la arena del combate más allá de la línea visial (BVR o Beyond Visual Range). Un nuevo misil de quinta generación y guía infrarroja denominado PL-10 se encuentra en fase de pruebas, siendo casi idéntico al A-Darter sudafricano. Según informaciones disponibles, este misil cubrirá el nicho del combate dentro del alcance visual (WVR o Within Visual Range) e irá asociado a un visor de casco/mira. Para misiones de ataque se contempla el uso de bombas de guía láser, de caída libre y coheteras. Como armamento fijo dispone de un cañón interno monotubo de 23 mm.

Su equipamiento electrónico incluye un computador de datos aéreos, sistema de navegación inercial y por posicionamiento global (GPS/INS o Global Positioning System/Inertial Navigation System), comunicación satelital y enlace de datos (SATCOM/Data Link), tablero digital (glass cockpit) con tres pantallas multifunción (dos monocromáticas y una color) y bus de datos digital 1553B, entre otros sistemas. La electrónica específica de combate está compuesta por un radar de pulsos doppler Type 1473, diseño autóctono producido por el instituto LETRI, aunque durante su desarrollo recibió algunos “inputs” del Zhem Chug/Zhuk-M de Phazotron y del IAI/ELTA 2032; complementado por un sistema de alerta radar, un visor (HUD o Head-Up Display) gran angular, lanzadores de chaff y bengalas y muy probablemente un perturbador (jammer) interno.

J-10A de serie en configuración de superioridad aérea. Los tanques internos de combustible, junto a los tres tanques suplementarios, le confieren una autonomía nada despreciable para este rol, pudiendo además efectuar reabastecimiento en vuelo. El armamento está compuesto por cuatro misiles aire-aire PL-8 y PL-11, además del cañón interno (foto Chinese Military Aviation).

 

Rusia por su parte hizo un aporte importantísimo para asegurarse la selección y provisión de su motor Lyulka-Saturn AL-31F que equipa a la prolífica familia de Sukhoi Su-27/30 Flanker (el principal avión de combate del PLAAF), desarrollando la versión específica AL-31FN para el nuevo caza chino con una potencia de 17.857 lbs (79,4 3kN) de empuje seco y 27.557 lbs (122,58 kN) con postcombustión (PC), abastecido mediante un sistema digital de gestión de combustible. AVIC1 Aviation Engine Institute ha desarrollado su propia planta motriz para equipar futuras versiones del J-10, el WS-10A Taihang, que estaría basado en la tecnología del motor ruso con una potencia algo superior en el orden de las 29.100lb (129,45 kN) con postcombustión. Aunque no existe información oficial al respecto, del análisis fotográfico se desprende que el J-10 llevaría instalada una unidad de potencia auxial (APU o Auxiliary Power Unit) o cuanto menos un sistema de arranque autónomo del tipo Jet Fuel Starter.

El J-10B, versión de biplaza de entrenamiento se incorporó al servicio casi simultáneamente con el monoplaza y básicamente es idéntica en equipamiento, performance y capacidades de combate. La única diferencia es la prolongación de la sección delantera del fuselaje para albergar el segundo asiento y una espina dorsal reconfigurada y agrandada para acomodar aviónica reubicada y adicional. La PLAAF contempla versiones especializadas del biplaza para comando y control, a la que seguirán seguramente variantes para interdicción y supresión de defensas.

Es por todos conocido el requerimiento de la FAA para reemplazar el sistema de armas Mirage/Finger/Mara. A la hora de analizar los posibles candidatos y reparando especialmente en los modelos de los que existió alguna propuesta formal encontramos al F-16 Fighting Falcon (ofrecido en las versiones A/B), el F-18 Hornet (ofrecido en las versiones A/B) y el Mirage 2000 (ofrecido en las versiones C/B). Tanto las ofertas de EE.UU. como la de Francia contemplaban aparatos de segunda mano que requieren una recorrida estructural profunda para prolongar su vida operativa. Cualquiera de las alternativas requería también de un programa de modernización de la electrónica de abordo que permitiera además dar un salto cualitativo en cuanto al armamento. El análisis básico de la performance y equipamiento del J-10 demuestra que el caza chino podría competir en igualdad de condiciones con los modelos occidentales convenientemente modernizados, igualando e incluso superando sus capacidades en algunos casos. Se trata de una aeronave en plena evolución que alcanzará su madurez dentro de los próximos cinco años cuando la PLAAF defina la configuración definitiva del equipamiento para producirlo en grandes series (300 unidades).

La versión biplaza J-10B conserva plena capacidad de combate e incorpora una “espina dorsal” rediseñada que permite instalar aviónica adicional. Ya se anuncian versiones para roles especializados como supresión de defensas (foto China Defense Today).

 

Hacia fines del 2006 CAC anunció que las versiones de serie F-10AS/BS habían sido liberadas para su exportación, pudiendo los potenciales clientes optar por aviónica y sistemas de origen chino, ruso o israelí. El primer cliente podría ser Pakistán, que tiene un requerimiento por 50 aviones, aunque habría solicitado el desarrollo de una variante más sofisticada que la básica de exportación denominada FC-20 Vanguard. Esta versión estaría disponible hacia el 2015 e incorporaría una serie de mejoras que actualmente se encuentra implementando el centro de ensayos en vuelo de la PLAAF (FTTC o Flight Test & Training Centre); entre las que se destacan una sonda para reaprovisionamiento de combustible en vuelo, una versión de mayor potencia del motor AL-31FN-M1 con 29.765 lbs (132,4 kN) de empuje con PC, tobera orientable en todos los ejes (TVC o Thrust Vector Control), glass cockpit con tres nuevas pantallas cromáticas de mayor tamaño, un sistema optrónico para rastreo infrarrojo /telémetro láser (IRST/LR o Infra Red Search and Track / Laser Ranger), radar de barrido electrónico (AESA o Active Elecronically Scanned Array) y una admisión de aire de nuevo diseño con material absorbente de emisiones radar (RAM o radar absorbent material).

La FAA podría optar por una versión sin refinamientos tan extremos como el TVC ó radar AESA, aunque sí conservando la posibilidad de reabastecimiento en vuelo, un glass cockpit avanzado, IRST/LR y tal vez algo de RAM en áreas críticas. Un F-10/FC-20 dotado con aviónica y armamento israelí permitiría un adecuado compromiso entre ambos mundos, con una célula aerodinámicamente eficiente y de gran maniobrabilidad, una poderosa y probada planta motriz rusa, radar de pulsos Doppler ELTA/ELM-2032, una conjunto de guerra electrónica ELTA EL/L-8247/8 con alerta radar y perturbador interno, glass cockpit con display inteligente (Smart HUD), la integración de un casco visor / mira (DASH o Display and Sight Helmet), misiles Python V, Derby y pod de navegación/adquisición de blancos Rafael Litening. A la lista de armamento aire-aire debe sumarse la amplia oferta de ingenios aire-superficie tales como el dispensador de cargas múltiples (MSOV o Modular Stand Off Vehicle), bombas guiadas por láser Opher, Griffin y Guillotine, misiles anti-radar Delilah y kits Spice (de entre una lista aún mayor). El F-10 tiene un radio de combate de 1.310 Km sin reabastecimiento en vuelo en perfil Lo-Lo-Lo y una autonomía máxima en vuelo ferry de 3.650 Km, pudiendo alcanzar una velocidad máxima de Mach 1,2 a nivel del mar y Mach 2,2 a gran altitud. Si tomamos como referencia los parámetros operativos definidos para el Plan Esquemático de Reestructuración de la Fuerza Aérea ("PERFA 2000"), el alcance de los medios aéreos ofensivos debía alcanzar los 990 Km desde su base operativa o de despliegue, mientra que para los medios aéreos defensivos se estipulaba un alcance de 450 Km. Conforme a estos guarismos, el F10 cumple sobradamente con los parámetros enunciados, convirtiéndolo en un vector más que adecuado para operar en nuestra extendida geografía.


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