Texto de Guillermo Acerbi

Buenos Aires (27 de febero de 2008). El Changhe Z-11 fue desarrollado por el China Helicopter Design Institute y Changhe Aircraft Industry Group (CAIG), ambos localizados en la provincia de Jiangxi. Hasta el momento, es el único modelo formalmente ofrecido a la Argentina y se distingue por el nivel de marketing invertido en enviar al país un aparato para su evaluación. Se trata del prototipo del Z-11J, que en realidad es un híbrido con motor y transmisión de origen francés y célula fabricada por CAIG (es el demostrador de la versión policial según el registro del fabricante). Es equivalente en prestaciones al AS-350 B2 equipado con el motor Turbomeca Arriel 1D1 de 742HP. La versión de serie Z-11J lleva el turbo eje Wozhou-8D (WZ-8D) de 690HP, una versión bajo licencia del Arriel 1D. Según información de CAIG, el aparato definitivo de serie es producido íntegramente en China bajo licencia de Eurocopter.

Sin embargo, este punto ha sido tema de debate tras una reclamo del fabricante europeo, quien denuncia que el modelo chino es una copia sin licencia de su modelo Ecureuil, acusándolos de haber comprado en el mercado civil un aparato francés de segunda mano para copiarlo. El representante de Eurocopter para América Latina, Jean Edouard Drouault, tenía previsto viajar a Buenos Aires en agosto para aclarar que China no posee licencia para fabricar ese helicóptero y que por lo tanto ellos (Eurocopter) “no darán asistencia técnica ni venderán repuestos” para el Z-11. “Son unidades que no están certificadas en ningún lugar del mundo, o sea que no podrán aterrizar en ningún aeropuerto, por ejemplo. Y no queremos hacernos cargo de los riesgos que esto implique para los pasajeros de los helicópteros o terceros”. Si consideramos que la propia Turbomeca certificó el uso de sus turboejes Arriel tanto para las versiones básicas como para las más refinadas y avanzadas del modelo chino, y que hasta ahora la casa matriz de Eurocopter no se manifestó jamás al respecto, el reclamo se parece más bien a una movida del representante regional del fabricante europeo, quien sin dudas cuenta además con un fuerte patrocinio de Helibras. La realidad indica que, como corresponde a un contrato de esta envergadura, serán los propios chinos quienes darán la asistencia técnica, el soporte logístico y la provisión de repuestos necesarios para los Z-11 a la hora de concretarse alguna operación de compra.

El Comando de Aviación de Ejército (CAE) evaluó durante cerca de 50 días el rendimiento de la aeronave tanto en las rigurosas condiciones de la alta montaña (Mendoza y Neuquén) como en las regiones de monte tropical (Misiones y Formosa). Según palabras del Jefe de Estado Mayor del Ejército, la incorporación de esta moderna aeronave posibilitará mejorar sustancialmente la capacidades del CAE ya que sus versátiles características lo hacen apto para misiones de búsqueda y rescate, exploración y ataque (con el agregado de plataformas de armas tales como ametralladoras, cohetes o misiles). Terminadas las pruebas, se habló de la probable adquisición de 40 unidades; con la intención de que las mismas sean ensambladas en el país en instalaciones del CAE, considerándose para etapas posteriores la participación de la industria nacional en la fabricación de componentes. Unas 20 unidades se repartirían entre el parque aéreo de la Escuela de Aviación de Ejército, el Escuadrón de Aviación de Exploración y Ataque 602 y las diversas secciones de aviación del interior del país; especialmente las de montaña, que necesitan reemplazar a los SA-315B Lama. Algunos reportes indican que las 20 máquinas restantes serían repartidas entre las fuerzas de seguridad y policiales.

Entre las observaciones del grupo de evaluación del CAE se destacó la falta de potencia del demostrador para las operaciones en alta montaña. La versión del Ecureuil especializada para operar a gran altitud es la AS-350 B3, equipada con la versión más poderosa del motor francés, el Arriel 2B1 de 860HP. Sin embargo, tanto CAIG como Turbomeca confirman la homologación de las versiones Z-11MB1 y Z-11ME1 equipadas con el Arriel 2B1A de 860HP, que permitirían cumplir con las exigencias de operación en altitud extrema. Además de las exigencias para misiones de rescate en alta montaña, durante la presentación del aparato el jefe del Ejército destacó: “La incorporación de esta moderna aeronave posibilitará mejorar sustancialmente la capacidades de la Aviación de Ejército. Las versátiles características del Z-11 lo hacen apto para misiones de búsqueda y rescate, exploración y las de ataque (con el agregado de plataformas de armas tales como ametralladoras, cohetes o misiles)”.

Durante el festival aéreo Zhuhai 2002, el máximo evento de la aviación china, se develó la existencia de una variante armada denominada Z-11W, optimizada para vigilancia y reconocimiento del campo de batalla, ataque y evacuación médica. Esta versión está equipada con un visor óptico TV/infrarrojo, tablero digital ("glass cockpit"), patines de aterrizaje de mayor altura, dos pilones externos para cuatro misiles antitanque HJ-8, cuatro coheteras de 57 mm ó dos ametralla-doras de 12,70 mm. Considerando la posibilidad de equipar al Escuadrón de Aviación de Exploración y Ataque 602 es muy posible que el CAE opte por una versión de escolta armada “intermedia” del Z-11, o sea con la posibilidad de portar cohetes y/o ametralladores, aunque relegando la capacidad misilística antitanque a un modelo especializado de mayores prestaciones. En su empleo como helicóptero de enlace, exploración y apoyo táctico tiene capacidad para transportar cuatro soldados totalmente equipados .

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