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El
AE-030 fotografiado en vuelo con las marcas de
alta visibilidad con las que fueron decorados
varios ejemplares (foto Ejército Argentino, circa
1996). |
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El OV-1D provee al Ejército
Argentino una amplia variedad de servicios de vigilancia y reconocimiento
que incluyen actividades de vigilancia del campo de batalla,
reconocimiento táctico y adquisición de blancos merced a la utilización de
tecnologías visuales, fotográficas, electrónicas e infrarrojas bajo
cualquier condición meteorológica.
Se
adquirieron, en total, 25 ejemplares excedentes del US Army mediante
programas de asistencia militar para naciones aliadas extra-OTAN que
fueron autorizados por el congreso norteamericano el 20 de febrero de 1993
(8 ejemplares), 7 de julio de 1993 (7) y 22 de agosto de 1994 (10) con un
valor total de US $ 1.212.500. También se adquirieron casi US $ 700K en
repuestos y accesorios. Sin embargo, solo 23 de las máquinas fueron trasladadas
en vuelo hasta Campo de Mayo: Dos aviones en
diciembre de 1992, tres en septiembre de 1993, seis en octubre de 1993
(dos ferries) y 10 en noviembre de 1994 (dos ferries). Los dos aparatos
restantes fueron chatarreadas en EE.UU. y sus
componentes más valiosos fueron importados como repuestos (uno
de ellos fue empleado para construir el simulador de procedimientos de
cabina matriculado AE-043). En
total, la adquisición del sistema de armas, sin contemplar gastos de
traslado, habría costado US $ $ 1.899.665.
Entre 1993 y 1996,
se descartó la incorporación de 24 unidades adicionales valuadas por el
gobierno de EE.UU. en US $ 1.164.000. Con esos aparatos, el EA consideró por
algún tiempo la posibilidad de
establecer hasta tres escuadrones de exploración aérea: Uno especializado
en operaciones con radar, otro fotográfico y el tercero para instrucción.
Entre 1993 y 1997, también se descartó
la adquisición de US $ 25M en repuestos y equipos; entre los que
figuraban unidades de tierra receptoras y procesadoras de imágenes (tanto
de radar como fotográficas), 6 radares AN/APS-94F, sensores infrarrojos UAS-4, alertas radar, data links, motores, asientos
eyectables, bancos de prueba y otros equipos. Si estas opciones se
hubiesen hecho efectivas, el costo total de adquisición del sistema se hubiese
elevado hasta US $ $ 28.369.868.
Si bien el sistema alcanzó capacidad
operativa en 1995, recién en el año 2000 se
completó la integración de los segmentos aéreo y terrestre del sistema
de información. En octubre de ese año, llegó a Campo de Mayo el componente terrestre,
integrado por una estación montada en un refugio móvil que recibe
imágenes SLAR casi en tiempo real desde aviones en vuelo a una distancia
de hasta 400 km. La nueva funcionalidad (ausente hasta ese momento porque los
data links AKT-18B fueron retirados en EE.UU.), permite
que las imágenes se transmitan mediante un enlace VHF seguro hasta una estación de trabajo
con pantalla plana de 15 pulgadas similar a la que se emplea abordo del
Mohawk; pero con capacidades
específicas de procesamiento de imágenes y medición para los intérpretes
terrestres.
Galería fotográfica |
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Impresiones de la carrera de los Mohawks
argentinos (comenzando por arriba a la
izquierda): El AE-020 y el AE-031,
aparatos incorporados en 1993, en las que se
aprecian marcas representativas de su
participación en la I Guerra del Golfo (fotos C.
Ay, Campo de Mayo, 20 de noviembre de 1993). El
AE-033, con vistosas marcas de
identificación, a su paso por FIDAE '96 (foto G.
Acerbi, Santiago/Los Cerrillos, marzo 2006). El
AE-023 en Aerplata '97 (foto C. Ay, Mar
del Plata, enero de 1997). El AE-027 y
una línea de vuelo encabezada por el AE-039
en la ceremonia del Día de la Aviación de
Ejército (fotos C. Ay, Campo de Mayo, 22 de
noviembre de 1997). El AE-020 en la
convención en vuelo de la EAA Argentina (foto M.
Lauro, 11 de marzo de 2006). Los AE-025 y
AE-034 en el ejercicio Yaguaraté (fotos
M. Allende, Posadas, mayo de 2006). |
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Los momentos más destacados de su carrera
operativa incluyen su participación en el ejercicio combinado "Trueno 95" (ARA-EA)
cerca de Bahía Blanca (B.A.) en septiembre de 1995, en el cual realizó relevamiento de objetivos para ataques de cazas aeronavales
Super Etendard y Xavante, guió a estos últimos en ciertas
misiones y actuó como incursor contra los buques de la Armada.
También resalta su participación en las primeras
evaluaciones de daños tras la
trágica explosión de la Fábrica Militar de Río Tercero (Cba.) en 1995, en el relevamiento de un derrame de petróleo acaecido en Punta
Lara (B.A.) en 1998, en la lucha contra incendios forestales en la zona de
Bariloche (R.N.) y en la búsqueda y localización de aeronaves
desaparecidas en el sur y centro del país. También se los ha reconocido
por realizar relevamiento de fronteras (tanto en el Sur como en el Norte)
por cuenta de la Comisión Nacional de Límites hasta por lo menos 1996 y
vuelos científicos para el INTA en Tucumán en 2005. En
el terreno publicitario, los Mohawks del Ejército han participado en las
ceremonias del Día de la Aviación de Ejército desde 1993, en FIDAE ´96
(Santiago de Chile) y en varias exhibiciones aéreas nacionales
(convenciones en vuelo de la EAA Argentina, jornadas de puertas abiertas
de la Fuerza Aérea y la Armada, festival "Aeroniño 2006", etc.).
Los Mohawks fueron utilizados
intensivamente entre 1996 y 1997. Fisuras en los alerones, vencimiento y
falta de cartuchos para los asientos eyectables y una fuerte reducción de
los recursos presupuestarios asignados para soportar su operación llevaron a
la paralización gradual de la flota entre 1998 y 1999. Por este motivo, en
1999 se decidió optimizarla conservando solo 10 aparatos en servicio. Ocho
ejemplares fueron chatarreados o almacenados para disponer de células de
recambio y fuentes de repuestos y los tres ejemplares restantes fueron
reasignados como material didáctico o museológico. En septiembre de 2006,
tras un sonado accidente ocurrido cerca de Campo de Mayo, la flota
completa volvió a quedar paralizada en tierra a la espera de la
investigación del accidente (el primero con pérdida de vidas humanas en
este modelo). Un año más tarde, al momento de escribirse estas líneas,
la flota continuaba paralizada pero acababa de publicarse un llamado a
licitación para realizar una recorrida mayor y puesta en servicio de la
flota remanente.
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