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Una
de las últimos monumentos construidos con
aeronaves militares es el del OV-1D Mohawk
AE-030, que fue emplazado sobre un terraplén de
cemento cerca de Los Polvorines (B.A.). Aunque su
pintura exterior se encuentra ligeramente raída,
la boca de tiburón que luce bajo la trompa resulta
impactante (foto Esteban G. Brea, septiembre de
2006). |
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Si bien el esfuerzo
realizado puede tener algunos baches, no se puede negar que la
República Argentina ha tenido bastante éxito a la hora
de preservar una rica y variada fauna aeronáutica militar. Desde
que el interés por preservar su acervo histórico aeronáutico
surgió a principios de la
década de 1960, cerca de medio millar de células históricas han
sobrevivido en
distintos estados de conservación: Desde ejemplares en condición
de vuelo (la
mayoría de ellos "warbirds"
exportados a los EE.UU. o Europa) hasta monumentos maltratados
por vándalos; desde células incompletas (simuladores de
procedimientos de cabinas,
fuselajes incompletos, etc.) hasta restauraciones sobresalientes
realizadas en museos o escuelas de educación técnica.
Existen aviones
militares argentinos preservados no solo en el país: Varios
de ellos fueron exportado a los EE.UU. para exhibición estática o
restauración a condición de vuelo a partir de la década del '70;
otros tantos se conservan en museos británicos desde la guerra
de 1982 y el resto se distribuye en museos, asociaciones
aeronáuticas y hasta con operadores vigentes de Chile, Brasil, Colombia,
Francia, Israel o Sri Lanka. Según la última versión de este relevamiento, existirían
al menos 415
aeronaves militares argentinas (o partes de ellas)
sobrevivientes según el siguiente resumen por tipo o modelo:
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