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Un
UH-1H Huey del Ejército Argentino fotografiado en
los alrededores de Acheral (Tuc.) durante el
combate del Arroyo San Gabriel, al que
consideramos el
encuentro más significativo de los medios aéreos
involucrados en el Operativo "Independencia" (foto Revista
Gente vía Jorge Souto, 10 de octubre de 1975). |
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En la segunda mitad
de la década de 1960, la República Argentina se transformó en
terreno fértil para que, desde distintos sectores de la política
nacional, se desarrollaran las actividades revolucionarias
armadas. Si bien se registraron manifestaciones violentas en
todo el espectro político argentino, las que más se hicieron
notar fueron las provenientes de elementos radicalizados de la
izquierda nacional.
Inspiradas en la
Revolución Cubana que derrocó a Fulgencio Batista en enero de
1959, estas expresiones demostraban la
determinación de la izquierda argentina más extremista de
proyectarse desde el terreno puramente político al de la acción
armada. Si bien sus primeras manifestaciones se registraron en
1959 (establecimiento de un campamento guerrillero en Tucumán) y
la última en 1989 (copamiento de instalaciones del Ejército en las afueras de Buenos
Aires), su accionar se haría sentir con mayor fuerza entre 1970
y 1978.
La subversión,
tal la designación con la cual se identificaba al
fenómeno en su tiempo, fue combatida por las fuerzas armadas y
de seguridad aplicando doctrinas y estrategias que comenzaron a
desarrollarse en la década de 1960. La campaña antisubversiva se
inició en forma inorgánica hacia 1970, alcanzó su mayor
desarrollo con su militarización formal a principios de 1975 y
concluyó dos años después del golpe militar que derrocó a la
presidente María E. Martínez de Perón; aunque en 1989 tuvo un
rebrote extemporáneo muy breve. Según las fuentes que se decida
consultar, las bajas atribuibles al
conflicto fluctúan entre 10.000 y 30.000 personas e incluyen
tanto víctimas del
terrorismo izquierdista como abatidos y desaparecidos por la
represión militar. Si bien originalmente fue un
conflicto de corte policial, la campaña fue resuelta militarmente entre 1975 y 1978.
La
militarización formal tuvo lugar el 5 de febrero de 1975, cuando el
Ejército recibió órdenes presidenciales de
"neutralizar y/o aniquilar el accionar de los elementos
subversivos" que actuaban en la Provincia de Tucumán,
contando para ello con el apoyo de las demás fuerzas armadas y
de seguridad, los ministerios del Interior y Bienestar Social y
la Secretaría de Información Pública. Los
elementos subversivos estaban
constituidos por guerrillas rurales organizadas por el
Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) al Sudoeste de la capital
tucumana en octubre de 1973 con la intención de constituir un
frente rural que, mediante el dominio territorial de su zona de
operaciones, le permitiera alcanzar reconocimiento internacional
y algún grado de apoyo político, económico y material para
continuar su lucha contra el poder establecido; de manera similar
a lo hecho por Fidel Castro en Cuba quince años antes.
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Algunas de las acciones más resonantes de la
guerrilla izquierdista tuvieron que ver con el
secuestro de aeronaves comerciales. En la imagen
se observa el Boeing 737 LV-JNE de Aerolíneas
Argentinas, que fue secuestrado durante el
copamiento de un regimiento del Ejército en
octubre de 1975 y terminó abandonado en la
Provincia de Santa Fé (foto A. V. Pettit,
Bariloche, noviembre de 1970). |
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La jurisdicción
militar para la represión de elementos subversivos se extendió,
mediante tres decretos presidenciales, a todo el territorio
nacional el 6 de octubre de 1975. Y a las fuerzas y organismos
ya comprometidos se agregaron la Policía y el Servicio
Penitenciario federales, fuerzas policiales y servicios
penitenciarios provinciales y la Secretaría de Informaciones del
Estado, los que fueron puestos bajo control operacional de un
Consejo de Seguridad Interna que integraban el Presidente de la
Nación, todos los ministros del Poder Ejecutivo Nacional y los
comandantes generales de las fuerzas armadas. Este marco legal
fue el que se empleó hasta principios de la década de 1980 para
combatir la amenaza de la guerrilla urbana que encarnaban
el ya citado ERP, la organización Montoneros y otros grupos
armados menores.
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