|
En sus últimos años de
servicio, los T-28A del Escuadrón 201 recibieron boca de tiburón
en la trompa y el emblema del 4º Grupo Aéreo en el estabilizador
vertical, tal como se observa en el T-28-930 en la Base Aérea de
Cozumel (foto Mardonio Islas Pérez). |
|
Parecer ser que entre
13 y 16 T-28A fueron asignados al Escuadrón 201 a partir de 1958 para
reemplazar a los P-47. Entre ellos hemos logrado identificar las
siguientes matrículas: T-28-920, 921, 922, 923, 924, 925, 926, 927, 928,
930, 931 y 935. Uno de ellos (el T-28A-920) fue puesto en exhibición
para el presidente de México, Lic. Adolfo Ruiz Cortinez, en el
Aeropuerto Central de Ciudad de México junto a un P-47 sobreviviente.
Otros T-28A reportados en servicio durante el período 1965-1966 fueron
los matriculados 918, 940, 945, 946 y 972.
Según un reporte de actividades que escribió el general de división P.A. Roberto Fierro
Villalobos al terminar su carrera de servicio, los T-28A fueron
artillados de la siguiente forma: Los primeros 18 T-28A fueron armados
con ametralladoras M2 de calibre 0.50, otros cinco recibieron
portabombas tipo MK-5 y tres fueron dotados con portabombas NA-2A para
lanzar proyectiles. Estos 26 ejemplares recibieron todos miras tipo
N-3A.
Se ha reportado que,
durante la crisis con Guatemala, las unidades aéreas de la FAM operaron
desde la Base Aérea Militar Nº 4 (Tuxtla Gutiérrez, Chiapas) y la Base
Aérea Militar Nº 6 (Cozumel, Quintana Roo). El Escuadrón 201 recibió
órdenes de patrullar a lo largo de la frontera con Guatemala y realizar
vuelos a baja altura sobre tropas guatemaltecas para intimidarlas. Otra
historia que ha causado mucha controversia entre
historiadores y aficionados a la historia de la aviación militar, es la
supuesta Operación “Gaviota”: El ataque a la base aérea de La Aurora con
una formación mixta de P-47D sobrevivientes, T-28A y AT-6 armados, en la
que quizás participaron aviones del Escuadrón 201.
|
Toma en vuelo del T-28-937 del
Escuadrón 201 siendo volando por el entonces teniente Ricardo
Flores Coss en un vuelo de patrulla sobre el Caribe Mexicano
(foto Mayor FAPA Ricardo Flores Coss). |
|
El mito cuenta que,
después del ataque a los barcos pesqueros mexicanos, el Presidente López
Mateos preguntó cual era el estado real de la FAM al comandante de la
misma, general de división P.A. Alberto Vieytez y Vieytez. Entendemos
que éste respondió que disponía de un escuadrón de Beech AT-11 Kansan,
diez AT-6/T-6, todos los nuevos T-28A y un Beech F-2B (derivado del
Beech 18S equipado para misiones de reconocimiento fotográfico) operativos; y que
el resto de la Fuerza Aérea estaba fuera de servicio debido a la falta
de repuestos. López Mateos preguntó entonces si se podía lanzar un
ataque con lo que tenía disponible, a lo que el general dijo que no.
Esto determinó que Vieytez y Vieytez fuera destituido y reemplazado por
el general Fierro Villalobos y que más de US $ 100.000 fuesen apropiados
para poder regresar a condición operativa cuantos aviones fuese posible,
incluyendo tres de los P-47 sobrevivientes (¡uno de los cuales ya estaba
expuesto como monumento en la Escuela Militar de Aviación!).
El general Fierro
Villalobos estaba preocupado por los P-51 de la FAG, que podían causar
daños a los T-28, AT-6 y AT-11 de la FAM. Los tres P-47 sobrevivientes
fueron reparados en Las Bajadas y trasladados a la BAM Nº 4 de Tuxtla
Gutiérrez, donde se formó un escuadrón mixto con los P-47, T-28 y AT-6.
Supuestamente después de dos días de entrenamiento, los aviones estaban
listos para atacar la base de La Aurora. El día del ataque (se desconoce
la fecha), dos escuadrillas (una de AT-6 y otra de T-28) despegaron
primero, los T-28 armados con un contenedor NAPALM bajo cada ala y los
AT-6 armados con ametralladoras (una versión dicen que estaban armadas
con cohetes). La tercera escuadrilla, formada por los P-47, despegó
posteriormente con el objetivo de alcanzar a las otras dos escuadrillas
sobre el objetivo, que había sido sobrevolado a gran altura por un avión
de reconocimiento Beech F2B.
|
Línea de vuelo de T-28A del
Escuadrón 201 armados con góndolas de ametralladoras de calibre
0,50 como el T-28-929 que se ve en primero plano (foto vía Ing.
Enrique Velasco P.). |
|
El plan de ataque
indicaba que los P-47 y AT-6 proveerían cobertura a los T-28 durante
el bombardeo de La Aurora; mientras que un Douglas C-47 actuaría como
avión de comando y comunicaciones volando a gran altura para monitorear
la situación. La historia cuenta que, cuando los T-28 iniciaban la
picada sobre los hangares de La Aurora para lanzar sus NAPALM,
recibieron la orden de cancelar la operación y regresar a México. Los
T-28 descargaron sus estaciones subalares en el océano y regresaron a la
base sin novedad.
Existen varias
inconsistencias en este relato. Primero, que el comandante de la FAM en
ese tiempo era el general de división P.A. Alfonso Cruz Rivera (1º de
abril 1955 a 1º de abril 1959), quien entregó el mando al general Fierro
Villalobos, quien ocupó el cargo entre 1959 y 1964. El general Vieytez y
Vieytez estuvo al mando de la FAM entre junio de 1953 y abril de 1955 y
se retiró debido a problemas de salud. Segundo, que la FAG estaba
preparada para la respuesta mexicana y había evacuado todos sus aviones
de La Aurora, dispersándolos en diferentes campos aéreos cerca de la
frontera con México y organizando un centro de comando en la Base Aérea
de Felipe Cruz. Por ello, la FAM hubiera atacado una base aérea vacía y
los P-51 de la FAG hubieran despegado de sus bases de dispersión para
perseguir a los aviones mexicanos. Tercero, no existe confirmación de
los hechos en ninguno de los bandos, aunque la historia revive de vez
en cuando. Como mencionamos más arriba, la crisis se resolvió por la vía
diplomática y no fue necesario desencadenar una nueva guerra en la
región.
En 1961, ambos
escuadrones del 4º Grupo Aéreo (201 y 206) estaban equipados con los
T-28A y se les encomendó patrullar la frontera con Guatemala amén de
cumplimentar otras actividades tales como entrenamiento de pilotos,
patrullaje, localización de incendios forestales y cooperación con
elementos del Ejército Mexicano de la 32ª Zona Militar. El 31 de octubre
de 1962, el 4º Grupo Aéreo se reorganizó trasladando el Escuadrón 206 a
la Ciudad de Puebla, Puebla; recibiendo a cambio al Escuadrón 205
proveniente de Ixtepec, Oaxaca. No obstante ello, las misiones de
patrullaje fronterizo continuaron, tal como se nota en el siguiente
reporte de actividades de la FAM de marzo de 1963.
Avión |
Descripción |
T-28-927 |
Asignado al Escuadrón
201, realizó la misión 409 Mérida-Cozumel. Duración de 02:00 horas.
Tripulación: subteniente P.A. Ricardo Flores Coss y sargento 2º
mecánico Sergio Servin Garibay. Sin novedad. |
T-28-926 |
Asignado al Escuadrón
201, realizó el vuelo 408 Cozumel-Mérida. Duración de 01:30 horas.
Tripulación: subteniente P.A. Jorge Pérez y sargento 2º mecánico
Joel Marruvo Angulo. Sin novedad. |
T-28-929 |
Asignado al Escuadrón 201, realizó el
vuelo 410 Cozumel-Mérida. Duración de 02:00 horas. Tripulación:
subteniente P.A. Manuel Castillejo Oliva y capitán 1º P.A. Francisco
J. Velarde Quintero. Sin novedad. |
En un reporte del general Fierro Villalobos
emitido en 1964, el grupo aéreo al que estaba asignado el escuadrón tuvo
el mayor número de horas de vuelo para el período 1959-1964; totalizando
533:30 hs. la comandancia del grupo aéreo, 6.766:05 hs. el Escuadrón
Aéreo 201 y 4.411:35 hs. el Escuadrón Aéreo 205. Ese año también se
intensificaron los vuelos sobre la frontera con Guatemala para detectar
la entrada de grupos desconocidos a territorio mexicano. En 1966, el 4º
Grupo Aéreo estaba al mando del coronel P.A. José González del Río, la
Base Aérea Militar Nº 4, del coronel P.A. Manuel Bravo Ruiz y el
Escuadrón Aéreo 201, del mayor P.A. Francisco Velarde Quintero. El
Escuadrón Aéreo 205, por su parte, había sido reubicado en la Base Aérea Militar Nº 8,
en Mérida Yucatán.
En sus últimos años de servicio, los T-28A
comenzaron a lucir bocas de tiburón bajo la trompa y los
emblemas de Panchito Pistolas y el 4º Grupo Aéreo (un pirata o bucanero
con espada en la boca) pintados en el estabilizador vertical. Un
ejemplar con estos emblemas se encuentra preservado en el Museo de
Tecnología de Xalapa, Veracruz.
Santiago A. Flores
|