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Mostrando un impecable acabado
externo, el C-717 es sometido a la inspección de pre-vuelo de
rigor por el vicecomodoro Claudio Astegiano y el suboficial
ayudante José Baigorria, uno de los encargados del avión. Nótese
al personal técnico del Escuadrón Mirage inspeccionando los
equipos radioeléctricos y cockpit de la aeronave. |
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RÍO CUARTO
El retorno del
"Charlie 717"
A comienzos de marzo de
2003 tuvo lugar un acontecimiento de significativa importancia para el
Área de Material Río Cuarto (AMACUAR). Precisamente el 3 de marzo, en el
Hangar 3 (dedicado al montaje e inspección del sistema de armas Mirage),
personal del Grupo Mantenimiento trabajaba afanosamente en el Mirage
IIICJ C-717, noble aeronave de gran valor afectivo, afectada al
Centro de Ensayos de Armamentos y Sistemas Operativos (CEASO), unidad
con asiento en el Área Material dependiente de la Dirección de
Investigación y Desarrollo del Comando de Material de la Fuerza Aérea
Argentina (FAA).
El C-717, aquejado por diversos problemas
operacionales que lo marginaron de la actividad por aproximadamente un
año y siete meses, se encontraba en vísperas de recuperar su condición
de vuelo, regresando así al servicio activo. Los trabajos finales
incluían:
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Colocación en el habitáculo de cabina del
asiento eyector Martin Baker JM6 (0-0).
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Presurización en tierra de los tanques de
combustible, con la intención de determinar su estado y descartar
eventuales pérdidas en los mismos.
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Instalación del contenedor que aloja el
paracaídas de frenado cruciforme.
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Fijación de dos tanques externos marca
Israel Military Industries (IMI), modelo Madnap de 500 l. c/u bajo ambos
planos alares.
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Carga de nitrógeno para los amortiguadores
hidroneumáticos del tren de aterrizaje.
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Ya en la cabina del 717, el
Vcom. Astegiano es asistido por el S.A. Baigorria en los
procedimientos previos a la puesta en marcha. Junto a la
escalerilla, personal del Servicio de Extinción de Incendios del
AMACUAR. |
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En la mañana del 4 de marzo, el C-717 fue
retirado del Hangar 3 con gran entusiasmo por parte del personal técnico
ante la expectativa del anhelado vuelo. Ya en plataforma, fue abastecido
con 3.550 l. de JP-1 (2.550 l. en tanques interiores y 1.000 l. en
depósitos subalares). A las 0925Z, el vicecomodoro Claudio Astegiano
(piloto del aparato y jefe del CEASO), inició la puesta en marcha para
dirigirse a la pista 04 a fin de realizar las últimas comprobaciones
finales en sistemas y planta motriz. Una vez finalizadas, el “Charlie
717” retornó a plataforma dado que debía decolar, según lo estipulado, a
última hora de la mañana. Efectivamente a las 1100Z, se dio por iniciada
la actividad de vuelo programada, despegando el venerable Mirage IIICJ a
plena postcombustión. Debido al tiempo en que permaneció fuera de
servicio, la aeronave fue sometida por el piloto a una minuciosa
evaluación de los distintos sistemas de vuelo; comprobando así la
exitosa evolución y respuesta a las exigencias impuestas por el piloto.
Tras aproximadamente 40 minutos de vuelo,
sorpresivamente hizo su aparición sobre el Área Material el C-717,
ejecutando su piloto un espectacular “vuelo rasante” de Norte a Sur,
sobrevolando la torre de control y el Hangar 3 y haciendo estremecer al
mismo. Dicho pasaje fue recibido con algarabía por todos los
presentes y significó la finalización del vuelo programado para aquel
día, iniciando la pierna de descenso en horas del mediodía sobre la
pista 04/22 sin realizar la apertura del paracaídas de frenado. Una vez
que hizo su arribo a plataforma, el C-717 fue centro de todas las
miradas. El Vcom. Astegiano extendió sus felicitaciones al grupo de
técnicos por la excelente condición y puesta a punto del avión,
agregando que dicho vuelo fue resultado de la paciente labor de cada uno
de sus integrantes en la especialidad que les compete, poniendo de
manifiesto la sobresaliente capacitación de los mismos.
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Arduas horas de empeño y
sacrificio se ven coronadas con el éxito: El C-717 abandona
plataforma rumbo a la cabecera 04/22 para concretar su nuevo
"primer vuelo". |
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Prueba de ello, fue la inscripción “sin
novedades” que el piloto firmó en el registro del C-717 mientras el
mítico delta blanco, azul y rojo era conducido al Hangar 3 para
efectuarle una purga de combustible remanente y verificación de filtros
y válvulas con la intención de dejarlo alistado para volar nuevamente el
5 de marzo por la mañana. El cierre de la jornada se materializó en un
brindis realizado en el Hangar 3 en el que estuvieron presentes el jefe
del Grupo Base, Vcom. Jorge Geres, el jefe de Operaciones
Aéreas, Vcom. Eduardo M. La Torre, y el jefe del CEASO, Vcom. Claudio
Astegiano; destacándose por supuesto la asistencia del personal técnico
(militar y civil) perteneciente al Escuadrón Mirage.
Tal como indicaba el jefe del CEASO, el
C-717 pudo volver a surcar los cielos cordobeses gracias a la
determinación y capacidad del personal técnico del Escuadrón Mirage, que
ha logrado mantener en condiciones operativas al último ejemplar
operativo en el mundo de este modelo de la familia Mirage. Gracias a su
vasta experiencia en el SDA Mirage, los técnicos del AMACUAR lograron
sortear con éxito diversos escollos que pusieron en peligro la
continuidad operacional de la aeronave (detección de fisuras en las
estructuras alares, definición de su problemático reemplazo, envío de
una comisión técnica a la IV Br Aé para seleccionar entre las restantes
células de Mirage IIICJ un par de alas de reemplazo). Superados estos
inconvenientes, el entonces Comandante de Material, Brigadier Horacio
Rodríguez, realizó gestiones que lograron la asignación de 150 hs. de
vuelo para el año 2003.
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Al término del vuelo de prueba,
los legítimos protagonistas de la proeza posan para Vuelo
Rasante. De izquierda a derecha: Miguel Labruzzo (Sección
Electricidad), Oscar Schmidt (Sección Electrónica), Raúl Ricci
(Jefe Sección Electrónica), Vcom. Claudio Astegiano (Jefe del
CEASO), S.A. José "Pepe" Vela (Sección Equipos Especiales), S.A.
Jorge Romero (Sección Motores) y capitán Sergio Páez Guillén
(Jefe Escuadrón Mirage). |
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Cabe recordar que hablamos de un aparato
construido en 1964, utilizado intensivamente por la Fuerza Aérea Israelí
en dos campañas bélicas (1967 y 1973, respectivamente) y vendido a la
FAA integrando en un lote de 22 ejemplares adquiridos en 1982 para
reponer material de vuelo perdido durante el Conflicto del Atlántico
Sur. Dado de alta por la FAA en 1985 tras una estadía de tres años en el
AMACUAR, el C-717 fue destinado a la IV Brigada Aérea de El Plumerillo
(Mza.) y afectado al Escuadrón 55 del Grupo 4 de Caza. Entre 1989 y
1990, la flota Mirage IIIBJ/CJ terminó abruptamente su servicio en la
Fuerza; pero el C-717 por fortuna evadió la suerte corrida por sus
homólogos y fue seleccionado como plataforma de ensayos en vuelo del
CEASO, unidad a la cual se unió el 2 de febrero de 1990.
Una vez mas, el personal técnico del
AMACUAR, que dota a la FAA de la imprescindible capacidad de reparación,
recuperación y mantenimiento mayor de aeronaves, superó con creces el
desafío impuesto; reafirmando la excelencia del “capital humano” que
posee esta venerable unidad.
Mauricio Chiófalo
(fotos del autor)
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