El F.27 en su medio natural: El T-44 fotografiado en El Calafate (S.C.) durante el vuelo LADE 067 entre Ushuaia, Calafate y Comodoro Rivadavia (foto Olav Rhenisus - Propfreak Collection, 25 de febrero de 2004).

La FAA emplea el Fokker F.27 en una variedad de misiones de transporte y apoyo: Desde vuelos logísticos para las fuerzas armadas y de seguridad hasta servicios de fomento aerocomercial administrados por LADE; desde operaciones de lanzamiento de paracaidistas hasta vuelos de asistencia humanitaria nacional e internacional; desde operaciones de apoyo a fuerzas de paz hasta apoyo aéreo para giras internacionales de aeronaves de industria nacional.

La incorporación del modelo a la Fuerza Aérea fue un efecto colateral inesperado de la errática relación que Argentina ha tenido con el Reino Unido a lo largo de su historia. En el marco de un programa de modernización de su flota de transporte aéreo, la FAA había decidido adquirir ocho cargueros Hawker-Siddeley HS-748 en 1966. En el momento que debía concretarse la firma del contrato pertinente, Gran Bretaña decretó veda a la importación de carnes argentinas (por la supuesta falta de control de la aftosa) e ingresó en una nueva escalada en el conflicto diplomático por las Islas Malvinas; lo que llevó a la decisión política argentina de no concretar la operación.

Para atender su requerimiento, la Fuerza Aérea decidió entonces adquirir un número equivalente de F.27 Mk.400M con entregas programadas para el segundo semestre de 1969. Para preparar a tripulantes y mecánicos del nuevo modelo, la FAA alquiló dos transportes de la variante Mk.400 (posteriormente redesignada F.27 Mk.600) originarios de una orden de fabricación cancelada por Indian Airlines. Los aparatos, que entraron en servicio en agosto de 1968, fueron adquiridos por la FAA en 1969 junto con otros dos ejemplares de esa variante que fueron entregados en 1971. En la 10 años posteriores a esas compras, la FAA incorporó un ejemplar adicional del Mk.600 (1975) y cubrió las bajas operativas del Mk.400M (tres ejemplares entre 1979 y 1981). El total de ejemplares adquiridos alcanzó entonces a 16.

Asignados inicialmente a la I Br Aé, los F.27 operaron también desde la IX Br Aé y el AMC en cumplimiento de distintos objetivos políticos, aerocomerciales y logísticos de la FAA. En una reorganización interna realizada en 1999, los aparatos disponibles fueron redistribuidos entre las II y IX Br Aé, abandonando definitivamente a sus demás operadores. En sus mas de 35 años de servicio, los F.27 de la FAA renovaron los servicios aerocomerciales de fomento de LADE en la región patagónica y las Islas Malvinas, cubrieron varios servicios STAM y CAME, contribuyeron fugazmente al establecimiento de la base antártica Vicecomodoro Marambio, modernizaron las operaciones de cooperación aérea con el Ejército, participaron en incontables operaciones de fuerzas de paz y asistencia humanitaria en toda América Latina y acompañaron varias giras de productos aeronáuticos argentinos por la región. Intervinieron en la campaña contra la subversión (1970-1989), el conflicto del Canal de Beagle (1978) y la Guerra de Malvinas (1982).

El T-43 completando el frenaje tras aterrizar por primera vez en la pista de aluminio que la FAA construyó en Cabo San Felipe, Islas Malvinas, para poder realizar vuelos regulares de LADE entre Puerto Stanley y Comodoro Rivadavia (foto Fuerza Aérea Argentina, 11 de noviembre de 1972).

En tiempos de paz, se destaca su participación en varios ejercicios conjuntos con el Ejército en los que se llegó a lanzar 2.300 paracaidistas (desde 10 F.27 y 7 C-130, noviembre de 1978) y en los tradicionales desfiles aéreos de los días de la Independencia y la Fuerza Aérea. También fueron empleados para realizar vuelos de aerolíneas comerciales entre el 2 y 20 de julio de 1986 (durante una huelga de pilotos de Aerolíneas Argentinas), entre enero y agosto de 1992 (contratados por Austral para cubrir la ruta Ushuaia-Río Grande en Tierra del Fuego) y en mayo de 1997 (realizando vuelos especiales para LAER en la ruta a Gualeguaychú a raíz de un corte del puente Zárate-Brazo Largo).

Entre sus vuelos memorables sobresalen los primeros aterrizajes en las pistas de la base antártica Vicecomodoro Marambio (TC-77, 29 de octubre de 1969) y de Cabo San Felipe, Islas Malvinas (T-43 y TC-76, 15 de noviembre de 1972). Tal vez no tan trascendentes, pero no por ello menos interesantes, son vuelos únicos tales como los traslados presidenciales de Raúl R. Alfonsín a Bolívar (B.A.) el 24 de julio de 1984 y Carlos Menem a Villa Mineti (S.F.) en septiembre de 1993; de los restos mortales del quíntuple campeón de Fórmula 1, Juan M. Fangio, a Balcarce (B.A.) el 19 de julio de 1995 (TC-71) y de una delegación del US National War College a Mendoza el 17 de mayo de 2001 (TC-76). Entre 1970 y 1997, fue la aeronave de transporte de la FAA que mayor cantidad de horas de vuelo acumuló, alcanzando un record anual de 11.612 hs. en 1983. A pesar de sus excelentes prestaciones técnicas, llama la atención la cantidad de accidentes que se han registrado durante su carrera en Argentina. De hecho, de seis ejemplares perdidos totalmente en accidentes operativos, cuatro cayeron a tierra falleciendo casi todos sus ocupantes.

Si bien hace varios años que se viene hablando de su sustitución por una combinación de biturbohélices Saab 340 y 2000, el modelo continúa en servicio y las autoridades del Ministerio de Defensa y la FAA tendrían presupuestado, para el período 2006-2008, la adquisición de sistemas de alerta de tráfico y colisión (TCAS o Traffic Alert and Collision Avoidance System), balizas de emergencia, grabadora de datos aéreos y datos de vuelo para instalar en un número no determinado de los ejemplares disponibles en inventario. El primer prototipo de esta configuración, de hecho, habría sido el TC-74, que fue observado en proceso de adaptación en el ARMACUAR a fines de 2004.

Especificaciones técnicas

Usuarios y custodios

Disposición de la flota

Flota histórica

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Actualizada: 07/01/2011