(Escobar, 16 de
abril de 2009). Corrían los últimos días de la contienda malvinense de 1982,
las fuerzas británicas se encontraban en la parte final de su avance
asediando las proximidades de Puerto Argentino mientras se batían en
cruentos combates con las fuerzas argentinas. Tras casi 45 días de
operaciones continuas, la Fuerza Aérea Argentina (FAA) se encontraba
extenuada por las fuertes pérdidas humanas y materiales. Aunque ya no
había mucho que hacer para detener el avance inglés, la Fuerza de todos
modos estaba dispuesta a seguir dando pelea y, dentro de sus limitadas
posibilidades, procuraba brindar apoyo aéreo a sus camaradas que se
encontraban en tierra.
Es por ello que, en apoyo
de la defensa terrestre de Puerto Argentino, la Fuerza Aérea Sur expidió
la Orden Fragmentaria 1326, consistente en un bombardeo horizontal sobre
Port Harriet House. La que se convertiría en la última misión de la
guerra, sería protagonizada por una sección de bombarderos Canberra B.62
que emplearía el indicativo “Baco”. Al comando del “Baco 1” (B-108) se
encontraba el, en ese entonces, capitán Roberto Pastrán. Su navegante
era el capitán Fernando Juan Casado. El “Baco 2” (B-109) era tripulado
por el primer teniente Roberto Rivollier (piloto) y el primer teniente
Jorge Annino (navegador). Según lo admitido por la FAA, las aeronaves
estaban armadas con cinco bombas Mk.17 de 1.000 libras, con espoletas
SSQ (Super Super Quick); aunque otra versión extraoficial afirma que en
realidad se emplearon bombas soviéticas de fragmentación RBK 500A. Los
“Baco” recibieron cobertura aérea de los “Plutón”, una sección de Mirage
IIIEA a los mandos del mayor José Sánchez y el capitán Ricardo González.
|
El B-108 a finales de
la década de 1970 en su base de la II Brigada Aérea
(foto Francisco Halbritter). |
|
El despegue se efectuó
desde la Base Aérea Militar Río Gallegos a las 21:30 hs. del 13 de junio
de 1982. La parte final del ataque se efectuó aproximadamente a las
22:55 hs., de Sur a Norte y a unos 40.000 pies (12.192 m) de altitud. Al
acercarse al objetivo, el “Baco 1” se desplazó hacia el Este, el “Baco
2” perdió contacto visual con el líder y, no logrando mantener la
formación, se adelantó llegando primero al objetivo. Con indicaciones
del radar Malvinas, efectuó el lanzamiento de su carga bélica y,
rompiendo inmediatamente hacia la izquierda, logró confirmar las
explosiones de sus bombas contra el terreno. Todo esto, afortunadamente,
sin que la artillería antiaérea británica atinara a reaccionar. Sus
bombas (y las que posteriormente lanzaría el “Baco 1”) hicieron impacto
en las inmediaciones del puesto de mando del General Jeremy Moore,
comandante de las fuerzas terrestres coloniales.
El “Baco 1”,
lamentablemente, sería menos afortunado ya que, tras lanzar sus bombas,
fue sorprendido por nutrido fuego antiaéreo británico, incluyendo
misiles Sea Dart disparados desde los destructores HMS “Cardiff” y HMS “Exeter”.
Si bien el primero falló el blanco, el segundo misil alcanzó al B-108 y,
al parecer, explotó cerca de la sección frontal. El bombardero
inmediatamente ingresó en un tirabuzón chato y comenzó a perder altura.
Pastrán logró eyectarse a 7.000 pies (2.134 m), cayó al mar y, tras
lograr inflar su bote y llegar a la costa, fue hecho prisionero por los
británicos. Casado no logró eyectarse y permaneció en la aeronave, que
continuó su brusco descenso hasta estrellarse en la zona de Puerto
Enriqueta (Isla Soledad).
El
Baco 2 puso rumbo hacia el Oeste y escapó del fuego antiaéreo haciendo
uso de chaffs y bengalas. Sin embargo, le tomaría algo más de tiempo
ponerse a salvo ya que, en pleno escape, el radar Malvinas informó que
era perseguido por una patrulla aérea de combate de cazas Sea Harriers
del 809 Naval Air Squadron. Habiendo sorteado todas estas vicisitudes,
el B-109 retornó a Río Gallegos donde aterrizó a las 00:05 hs del 14 de
junio. Diez horas después se decretaría el cese del fuego y 20 horas más
tarde se firmaría la capitulación que sellaría la derrota argentina en
el Conflicto del Atlántico Sur...
B-109: El último de los Bacos |
|
|
|
En la
plataforma de la EAM
(foto Carlos Ay) |
Preparado para
volar...
(foto Carlos García) |
¡Vuelo
rasante!
(foto Carlos García) |
|
Una
situación inexplicable
Según dichos de las
autoridades británicas, los restos de Casado fueron encontrados en
febrero de 1986 en “la playa de la gran isla del este del archipiélago
de Malvinas (Soledad)”. Inexplicablemente, los mismos permanecieron en
un armario de la central de policía en Puerto Argentino hasta fines de
abril del 2008.
Ante la gran repercusión en los medios, se decidió el traslado de los
mismos al complejo de Mount Pleasant, donde permanecieron bajo custodia
militar y donde también se efectuó un responso religioso el 8 de mayo.
El pedido de disculpas formal por parte de Gran Bretaña se materializó
el 7 de mayo, cuando el embajador británico John Hughes hizo entrega al
vicecanciller Victorio Taccetti de la correspondiente carta, firmada por
Meg Munn, ministra para los Territorios de Ultramar del Foreign Office
(Ministerio de Relaciones Exteriores británico). En la misma se
presentan ante el gobierno argentino “las disculpas" del gobierno
británico y de las islas, “sin reservas”. Por otra parte la consejera
legislativa de Malvinas, Janet Robertson, confirmó, según lo informado
por el diario Clarín, que el gobierno de las islas "lamenta el
incidente" y que ofrecieron sus "disculpas" por la situación también a
los familiares de los caídos en la guerra. A continuación, la
Cancillería Argentina inició gestiones con su par británica para el
traslado de los restos al continente con el fin de efectuarles estudios
de ADN que permitieran confirmar su identidad ya que en la zona también
se habrían encontrado con anterioridad restos de otras aeronaves de la
FAA.
Este
hecho salió la luz pública el 20 de mayo, cuando el gobernador británico
de las Islas Malvinas, Alan Huckle,
confirmó la existencia de los restos a través de la
agencia uruguaya Mercopress.
A continuación, la Cancillería Argentina inició gestiones con su par
británica para el traslado de los restos al continente con el fin de
efectuarles estudios de ADN que permitieran confirmar su identidad ya
que en la zona también se habrían encontrado con anterioridad restos de
otras aeronaves de la FAA.
Tras una ligera
reprogramación, el lunes 15 de septiembre de 2008 por la tarde tuvo
lugar, en la Aeroestación Militar del Aeroparque Jorge Newbery, la
ceremonia de “confirmación de identidad del mayor Fernando Casado”. En
la plataforma de vuelo se encontraba dispuesto el A-4P Skyhawk C-240 y
también estaba presente un Embraer ERJ de la Força Aerea Brasileira
(matrícula C-99A 2522, perteneciente al 1º/2º GT “Condor”).
El B-109
en el Museo Nacional de Aeronáutica |
|
|
|
En la
plataforma del MNA |
Expuesto en el
MNA |
Al atardecer
en Moron |
|
Minutos
antes de comenzar la ceremonia, hizo su arribo el C-130B Hercules TC-60.
La ceremonia contó con la presencia de la Ministro de Defensa, Dra.
Nilda Garré, el Jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas,
brigadier general Jorge Chevallier (quien combatiera junto a Casado en
el Escuadrón Canberra en 1982), el Jefe de Estado Mayor General de la
FAA (JEMGFAA), brigadier general Normando Constantino, el Subjefe del
Estado Mayor General de la FAA, brigadier Atilio Maggi, el
vicecanciller, Victorio Taccetti, autoridades del Ministerio de Defensa,
comandantes superiores de la institución, autoridades nacionales y
delegaciones del personal de la Fuerza Aérea en representación de
comandos, unidades y organismos de la institución e invitados
especiales.
El acto comenzó con el
ingreso a la plataforma de tres soldados voluntarios de la Compañía
Histórica de la FAA, quienes custodiaban la urna con los restos del
mayor Casado. Posteriormente, el ayudante del JEMGFAA dio lectura a la
resolución en la que se confirmaba la identidad de los restos
encontrados como pertenecientes al mayor (post mortem) Fernando Juan
Casado y la entrega de los mismos en dicho acto a sus familiares
directos. Tas esto hizo uso de la palabra el brigadier Constantino,
quien destacó:
“Hoy nos encontramos
aquí reunidos con el objeto de conmemorar el reencuentro de quien en
vida fuera nuestro apreciado camarada, el mayor don Fernando Juan
Casado. Esta circunstancia nos permite enaltecer sus virtudes cívicas y
cualidades humanas, integridad moral y hombría de bien, integridad de
quien el domingo 13 de junio del año 1982, en la última misión de
combate despegara de la base aérea Río Gallegos en su bombardero
Canberra en cumplimiento de la misión ordenada por el Estado Mayor de la
Fuerza Aérea Sur. Pasaron más de 26 años y su recuerdo sigue vigente en
nuestra memoria, en la de sus familiares y amigos, así como la decisión
propia de su heroísmo, sustentado en los principios que guiaron su
existencia y que transmitió con devoción a su esposa e hijos y que sirve
de ejemplo a las futuras generaciones. Quiero destacar muy especialmente
que esta confirmación de identidad ha sido posible gracias al esfuerzo
del Ministerio de Defensa, la gestión diplomática del Ministerio de
Relaciones Exteriores, Comercio Exterior y Culto, y el invalorable
trabajo del Banco Nacional de Datos Genéticos. El acto humanitario del
reencuentro siempre nos llena de aliento y esperanza a quienes desde la
institución tenemos la responsabilidad de recrear un futuro de grandeza
con el glorioso y siempre vigente ejemplo de nuestros hombres que
combatieron con gallardía en el conflicto del Atlántico Sur y que
actualmente descansan en paz en el cementerio de Darwin. Por último,
estimada Hilda, Sebastian, Hernán y Facundo, gracias por el temple,
estoicismo y prudencia demostrado a lo largo de todos estos años y
siéntanse muy orgullosos de ese marido y de ese padre ejemplar que, como
digno soldado alado y testimoniando las mas caras tradiciones
aeronáuticas, ofrendó su vida por la Patria.”
|
El C-130B Hercules
TC-60 acaba de aterrizar en SABE por pista 13, y
rueda ya hacia la plataforma militar de del
Aeroparque metropolitano. Mas tarde trasladaría los
restos del Mayor Juan Casado con destino a la
provincia de Cordoba. |
|
Con el toque del clarín se
produjo el “anhelado rencuentro” en el que se transfirió la custodia de
los restos al Cuerpo de Cadetes de la Escuela de Aviación Militar (EAM).
Posteriormente, un cadete de esta institución depositó sobre la urna el
pabellón nacional y los cadetes se trasladaron frente al sector donde se
encontraban las autoridades. Allí, el JEMGFAA hizo entrega de la gorra
del mayor Casado a uno de los hijos del piloto caído en combate y el
brigadier Chevallier hizo lo propio con el sable corvo del aviador. Por
último, la Ministro de Defensa fue la encargada de entregar la “bandera
de la patria” a la esposa, Hilda Chaparrotti de Casado, y a otro de sus
hijos. Completando una ceremonia cargada de emotividad, los cadetes
trasladaron los restos de Casado a la aeronave que efectuaría el
traslado hasta la EAM mientras se escuchaban los acordes de la marcha de
Malvinas y los efectivos de la Compañía Histórica rendían honores.
La emotiva ceremonia contó con la presencia de la Ministro de Defensa,
Dra. Nilda Garré, el Jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas
Armadas brigadier general Jorge Chevallier (quien combatiera junto a
Casado en el escuadrón Canberra en 1982), el Jefe de Estado Mayor
General de la FAA (JEMGFAA), brigadier general Normando Constantino,
subjefe del Estado Mayor General de la FAA brigadier Atilio Maggi, el
vicecanciller del Ministerio de Relaciones Exteriores Comercio
Internacional y Culto de la Nación, Victorio Taccetti, Autoridades del
Ministerio de Defensa, comandantes superiores de la institución,
autoridades nacionales y delegaciones del personal de la Fuerza Aérea en
representación de comandos, unidades y organismos de la institución e
invitados especiales.
La ceremonia tuvo su inicio con el ingreso a la plataforma de tres
soldados voluntarios de la Compañía Histórica de la FAA quienes
custodiaban la urna con los restos del mayor Casado.
Posteriormente el ayudante del JEMGFAA dio lectura a la resolución en la
que se confirmaba la identidad de los restos encontrados como
pertenecientes al mayor (post mortem) Fernando Juan Casado y la entrega
de los mismos en dicho acto a sus familiares directos.
Con el toque del clarín se
produjo el “anhelado rencuentro” en donde se el transfiere la custodia
de los restos al Cuerpo de Cadetes de la Escuela de Aviación Militar (EAM),
posteriormente un cadete de esta institución deposita sobre la urna el
pabellón nacional, tras lo cual, los cadetes se trasladan frente al
sector donde se encuentran las autoridades, allí el JEMGFAA hizo entrega
de la gorra del Mayor Casado a uno de los hijos de Casado, luego el
brigadier Chevallier hizo lo mismo, pero esta vez con el sable que
perteneciera a Casado, por último la Ministro de Defensa fue la
encargada de la entrega de la “bandera de la patria” a la esposa, Hilda
Chaparrotti de Casado y a otro de sus hijos.
|
La esposa y uno de los
hijos del mayor Casado reciben la “bandera de la
patria” entregada por la Ministro de Defensa Nilda
Garré. |
|
Finalmente los cadetes trasladaron los restos a la aeronave que
efectuaría el traslado hasta la EAM mientras se escuchaban los acordes
de la marcha de Malvinas, a su paso los efectivos de la Compañía
Histórica dispuestas en los laterales del portaron de carga del C-130
rindieron honores, de esta manera se daba fin a esta ceremonia de gran
carga emotiva.
Minutos mas tarde los familiares abordaron el Hercules que tras efectuar
su despegue puso rumbo a la EAM.
Alrededor de las 17: 35 hs de esa misma tarde se produce el arribo del
C-130 a la unidad ya citada, donde se efectuó una Parada de Honor, con
rendición de honores por parte de los efectivos de la “Guarnición Aérea
Córdoba de la FAA”, nuevamente los cadetes de esta institución
efectuaron el traslado de los restos del mayor Casado frente a los
efectivos allí formados, posteriormente se produjo el sobrevuelo de una
escuadrilla de EMB-312 Tucano que ejecutaron una formación de hombre
caído, en la cual uno de sus numerales se desprende de la misma
efectuando un raudo ascenso simbolizando al piloto caído.
Finalizada esta ceremonia los restos son trasladados a un cementerio en
Villa Carlos Paz, donde fueron sepultados, según lo declarado en La Voz
del Interior, lugar que el propio Casado había elegido para ser
sepultado en caso de morir en la guerra.
De esta manera se le rinde un merecido homenaje al último “halcón” de la
FAA que voló mas alto, cumpliendo con su deber de defender a la patria
ofrendo su vida y uniéndose a otros 54 camaradas quienes hoy con su
ejemplo de entrega marcan permanentemente el norte a seguir por todos y
cada uno de los miembros de la FAA.
Descanso final
Tras despedirse de las autoridades, los
familiares del aviador caído abordaron el Hercules rumbo a la EAM.
Nótese que la cabina de carga del mismo había sido acondicionada con
butacas de pasajeros para facilitar su confort durante el traslado hacia
Córdoba.
Alrededor de las 17:35 hs. de esa misma
tarde, se produjo el arribo del C-130 a la unidad antes citada. Allí se
efectuó una parada de honor, con rendición de honores por efectivos de
la “Guarnición Aérea Córdoba”. Una vez más, los cadetes de la EAM
efectuaron el traslado de los restos del mayor Casado frente a los
efectivos allí formados y se produjo el sobrevuelo de una escuadrilla de
entrenadores EMB-312 Tucano que ejecutaron una formación de hombre
caído, en la cual uno de sus numerales se desprende efectuando un raudo
ascenso simbolizando al piloto caído. Finalizada la ceremonia, los
restos fueron trasladados a un cementerio en Villa Carlos Paz, donde
fueron enterrados, según lo declarado en La Voz del Interior, en el
lugar que el propio Casado había elegido para ser sepultado en caso de
morir en la guerra.
|
Los restos del mayor
Casado ya en custodia del Cuerpo de Cadetes de la
EAM, a bordo del C-130B que luego los trasladaría
hacia Córdoba. |
|
De esta manera, se rindió un merecido
homenaje al “último halcón caído” de la FAA. Un común mortal que supo
“volar mas alto” y que, cumpliendo con su deber de defender a la Patria,
ofrendó su vida uniéndose así a otros 54 camaradas que, con su ejemplo
de entrega y sacrificio, marcan permanentemente el Norte a seguir por
todos y cada uno de los miembros de la Fuerza… ¡y, por qué no, de la
Nación!
Nació en Capital Federal el
7 de septiembre de 1945. Su especialidad era la de Navegador
Militar y prestó servicios en la II Brigada Aérea por seis
años, luego estuvo destinado tres años en la Escuela de
Aviación Militar y en diciembre de 1981 retorna a Paraná. Al
momento de su desaparición en combate, estaba casado con
Hilda Chaparrotti y era padre de tres hijos: Sebastian,
Hernán y Facundo.
|
Fernando Juan
Casado y un bombardero Canberra de la II Br
Aé, según la obra del pintor Exequiel
Martínez que se expone en el Museo Nacional
de Aeronáutica de Morón (Buenos Aires -
Argentina) |
|
Según distinta
bibliografía consultada, entre el 27 de abril y el 13 de
junio de 1982 participó en 18 vuelos de distintas
características, de los cuales al menos tres fueron misiones
de combate. En dos de esas oportunidades (el 31 de mayo y el
13 de junio), logró batir posiciones británicas. Falleció, a
los 37 años de edad, la noche del 13 de junio de 1982, al no
lograr eyectarse cuando su avión fue alcanzado por un misil
antiaéreo sobre Puerto Enriqueta, Isla Soledad.
En forma póstuma,
fue ascendido al grado de mayor. Por Decreto 577 del año
1983, se le otorgó la medalla “La Nación Argentina al Muerto
en Combate”. Por Ley 24.229 de 1993 se le otorgó la “Cruz de
La Nación Argentina al Heroico Valor en Combate” y la
medalla “La Nación Argentina al Valor en Combate”. En 1998
fue declarado Héroe Nacional por ley 24.950. Y por Ley
25.576 del 11 de abril del 2002, el Senado y la Cámara de
Diputados de la Nación Argentina le otorgaron la “Cruz de la
Nación Argentina al Valor en Combate” en reconocimiento de
su actuación en la Guerra del Atlántico Sur, por sus
relevantes méritos, valor y heroísmo en defensa de la patria |
|