Un gigante en el Cono Sur

(Escobar, 9 de febrero de 2009). Corría septiembre de 2007 cuando los primeros rumores empezaron a circular en distintos foros de aviación argentinos. De a poco, parecieron cobrar fuerza al confirmarse más datos. Y, con las primeras menciones en los principales medios de comunicación del país, día tras días la expectativa iba en aumento. Todo parecía indicar que Buenos Aires recibiría la visita del tan publicitado “gigante de los aires” el 27 de ese mes. El motivo de la misma era una gira técnica en la que se realizaban pruebas en distintos aeropuertos latinoamericanos. Según lo trascendido en varios medios de prensa, también existía la intención de que Aerolíneas Argentinas (AR) adquiriera alguna de estas aeronaves para cubrir la ruta que une Ezeiza con Madrid a partir del año 2011. Desafortunadamente, el 19 de septiembre se hizo pública la noticia de la suspensión de la visita. Según lo informado por Airbus, “el programa de pruebas para la región sudamericana se concentraría en el aeropuerto de Bogotá, por un tema de optimización", dando por tierra con toda la expectativa generada hasta ese momento.

Afortunadamente, poco tiempo después, el grupo español Marsans anunció una importante adquisición de aeronaves a la firma Airbus. Según los trascendidos, se trataba de alrededor de 71 aeronaves de distintos modelos que serían destinadas a engrosar las filas de Air Comet y AR. Entre ellos se encontraban cuatro A-380, de los cuales dos deberían ser incorporados en un futuro por esta última empresa con el fin de cubrir la ruta Ezeiza-Madrid. Este hecho disparó nuevamente los rumores de la llegada de esta maquina a nuestro país, en esta ocasión con un perfil más bajo y por decirlo de alguna manera con menor expectativa. La confirmación por parte de los grandes medios, de hecho, recién se dio a pocos días de la llegada del gigante.

Primera vez en Sudamérica

A las 12:30 hs del sábado 8 de diciembre de 2007, procedente de Sydney (Australia), hizo su arribo a Ezeiza el Airbus A380 F-WWJB. Tras posarse en la cabecera 11 del aeropuerto Ministro Pistarini, fue “bautizado” por autobombas pertenecientes a los bomberos de la Policía Federal Argentina y, minutos después, fue recibido por las autoridades regionales de Airbus y de AR allí presentes. En esta ocasión la aeronave estaba tripulada el capitán Murray Crockett y sus copilotos Ed Strongman y Michel Bonnifet.

La estadía en nuestro país, si bien corta, sería muy ajetreada; ya que al día siguiente la aeronave se encontraba dispuesta para recibir la visita de invitados especiales y distintos medios periodísticos. Esto tendría lugar entre las 09:30 y 13:00 hs. aproximadamente. Por tal motivo, en la terminal de cabotaje se empleó la puerta “D”, donde personal de AR se encargaba de verificar las acreditaciones y los habituales procedimientos de seguridad. A continuación, se accedía a un amplio salón que se encontraba ambientado con varias gigantografías con publicidades de AR en las que se podía apreciar al A380 caracterizado con los colores de la empresa. Desde allí se organizaban grupos de alrededor de 30 personas que, tras abordar un ómnibus, eran transportados hacia la aeronave que reposaba en plataforma. Tras apreciar el exterior de la misma, los visitantes ingresaban en grupos de alrededor de cinco personas que recorrían el interior del avión en compañía de un guía que explicaba todo lo relacionado a la aeronave y contestaba las preguntas que surgieran por parte de los visitantes.

Culminada esa etapa, el “WWJB” se alistó para embarcar invitados especiales, funcionarios del gobierno (entre los que se encontraba el en ese entonces vicepresidente de la Nación Daniel Scioli), autoridades de AR y la Fuerza Aérea Argentina y algunos representantes de los medios de comunicaciones. Estos proverbiales afortunados realizaron un vuelo de alrededor de una hora y veinte minutos partiendo de Ezeiza, sobrevolando el Río Paraná, Rosario y, en el regreso, la costa del Río de la Plata entre las ciudades de Olivos y Quilmes. Con este vuelo concluyó esta primera demostración del A380 en nuestro país, ya que al día siguiente la aeronave seguiría su itinerario dirigiéndose a São Paulo (Brasil) para luego continuar viaje a Toulouse (Francia), donde volvería a la línea de montaje de Airbus para recibir una completa remodelación.

Deslumbrante en Santiago

Afortunadamente la presencia de este coloso no se limitaría solo a Buenos Aires, ya que la más importante feria de aviación de América Latina, FIDAE 2008, sería el motivo ideal para la segunda visita del “Super Jumbo” a estas tierras australes. Las arduas negociaciones entre organizadores de la feria y representantes de la firma europea culminaron el 12 de marzo con la confirmación de la presencia del A380. El tan ansiado arribo se produjo el sábado 29 de marzo, cuando el A380 F-WWEA, proveniente de Toulouse, efectuó un pasaje a baja altura y posteriormente tocó tierras chilenas a las 17:07 hs en la cabecera 17 Izquierda del aeropuerto internacional Arturo Merino Benítez de Santiago de Chile.

El F-WWEA en FIDAE 2008 (fotos del autor excepto donde se indica) Ocupando pista. (foto Alejando Drigani). Clear for take off! (foto Alejando Drigani). Despegue a plena potencia. (foto Fernando Olivares). Demostración en vuelo. Viraje cerrado. Aterrizaje en Merino Benítez.

Al igual que en Buenos Aires, dos autobombas del servicio de extinción de incendios procedieron a realizar el bautismo de la aeronave, que posteriormente se dirigió a tomar su lugar en plataforma, donde quedaría en exposición estática. Todo esto sucedió bajo la atenta mirada de numerosos medios de comunicación, que fueron convocados especialmente para el día de prensa de FIDAE 2008 y gran cantidad de público que se acercó a los alrededores del aeropuerto para apreciar al “380”. En esta ocasión la tripulación estaba compuesta por el comandante Peter Chandler y el copiloto Ignacio Lombo.

Al día siguiente, pasado el mediodía, el A380 efectuó su primer sobrevuelo de la ciudad de Santiago. Por espacio de unos 40 minutos y a una altura aproximada de 650 metros, el paquebote recorrió el Templo Votivo de Maipú, las plazas de San Bernardo y Puente Alto, el Parque O' Higgins y el Estadio Nacional, el Country Club de La Reina y el Cerro Calán, la estación del Metro Tobalaba y la Plaza Baquedano, el Cerro San Cristóbal y la Torre ENTEL, Estación Central, el Metro Pajaritos y el Cerro Colorado. En muchos de estos lugares se congregó gran cantidad de público que, desde temprano, buscaba ser testigo del paso de esta imponente máquina.

El lunes 31 fue una jornada importante para el WWEA ya que por la tarde recibió a la presidenta chilena, Michelle Bachelet, su ministro de defensa, José Goñi, y al Comandante en Jefe de la Fuerza Aérea (FACH), general del aire Ricardo Ortega, quienes por espacio de 10 minutos recorrieron la aeronave. Posteriormente, despegó para efectuar su primera rutina de exhibición en la feria; la que impresionó a todos los presentes con un ascenso brusco, varios virajes escarpados y pasajes a baja velocidad, entre otras maniobras. Una nota de color sobre esta primera exhibición es que, "causalmente", coincidió en horario con una de las conferencias que Boeing brindaba en uno de los auditorios. Varios asistentes allí presentes abandonaron la sala, lo que no agradó demasiado a los expositores de la firma americana.

Terminada la demostración en la feria, el “Super Jumbo” efectuó un sobrevuelo sobre la ciudad de Santiago con una ruta similar al de la jornada previa. Pero esta vez lo hizo en compañía del Lear Jet 35A (matrícula 352) del Servicio Aerofotogramétrico de la FACH que lo seguía de cerca con el fin de efectuar una sesión fotográfica en vuelo cuyos resultados se publicaron en los diarios capitalinos al día siguiente. Nuestro webmaster, residente en la municipalidad de Vitacura (Noreste de Santiago), tuvo el privilegio de observarlo desde su domicilio durante este paseo y pudo fotografiarlos en la vertical de su casa con el imponente fondo de la Cordillera de los Andes, aproximándose al shopping Alto Las Condes, al Cerro San Cristóbal o a las pujantes edificaciones del municipio de Las Condes.

Durante su estadía en FIDAE, el “WWEA” se mantuvo estacionado en plataforma para ser visitado por la mañana por invitados especiales y, previa acreditación, por los medios de prensa. Su presencia se extendió hasta el jueves 3 de abril, tras efectuar su rutina alrededor de las 14:30 hs, cuando emprendió el regreso al Viejo Continente. En esta oportunidad, lamentablemente, no pudo estar presente durante el fin de semana; que es cuando la feria recibe una mayor afluencia de público.

F-WWJB versus F-WWEA

El A380-841 matriculado F-WWJB llevaba el número de serie 007, efectuó su primer vuelo el 19 febrero del 2006 y estaba dotado con Motores Rolls Royce Trent 970; pero al parecer sería remotorizado y modificado para luego ser entregado a Emirates Airways. Al momento de su visita a Buenos Aires, se encontraba configurado interiormente con las comodidades que tendría una aeronave de línea, aunque seguía siendo un demostrador que continuaba efectuando pruebas, tal como lo atestiguaban varias sondas y cajas con cables distribuidos en el interior del avión y dos puestos para el monitoreo de parámetros de vuelo. Otro punto a destacar es que sus funcionalidades no estaban aptas al 100%. Por ejemplo, los maleteros superiores en varios sectores eran simulados y solo se podía abrir uno de ellos para mostrar como serán en los aviones de serie. Los interiores eran muy espaciosos y contaban con la capacidad para 525 pasajeros, distribuidos en tres clases.

Comenzando por el piso inferior, desde la puerta de acceso situada detrás de la cabina de vuelo se encontraba la primera clase, dotada en ese momento de 22 asientos. Estos eran en realidad pequeños cubículos individuales de forma oval con butacas que podían reclinarse para transformarse en camas, los cuales también disponían de pantallas de televisión planas de grandes dimensiones. En esta sección también se encontraba ubicado un bar que disponía de una pequeña “barra” donde los pasajeros podrían distenderse durante el viaje.

Tras esta sección se encontraba la clase económica o turista, que contaba con 312 asientos bastante más austeros que los anteriores, aunque ello no debería implicar impedimento para brindar una gran comodidad a los pasajeros. Estos se encontraban dispuestos en una configuración tres/cuatro/tres, separados por dos amplios pasillos laterales. Si bien cada una de las butacas contaban en su parte posterior con una pantalla plana en la que se podían seleccionar películas y series de una lista de alrededor de cuarenta títulos, a lo largo de la cabina se encontraban dispuestas varias pantallas de grandes dimensiones desde donde se podía observar imágenes tomadas en tiempo real con cámaras situadas en la deriva, puntera de ala y tren de aterrizaje de la aeronave.

En la sección trasera del fuselaje se encontraba una estilizada escalera en espiral por la que se accedía a la sección superior. La superficie de esta última estaba ocupada por una sección turista dotada de las mismas comodidades que la inferior, con la única diferencia de que el número de plazas allí es de 126. En el resto de este piso predominaba la clase “business” con capacidad para 65 pasajeros, caracterizada por sus amplios asientos en configuración dos/dos/dos y con mayor separación entre asiento y asiento.

Allí también se encontraba situada una consola con dos grandes pantallas para que los ingenieros de vuelo realizaran sus mediciones. En la sección frontal superior se encontraba ubicado un lugar de descanso aprovechando dos espacios laterales separados por el hueco de la escalera recta que conecta ambos pisos por la sección delantera del fuselaje. Allí se dispusieron dos amplios sillones enfrentados con capacidad para cuatro personas cada uno. Algo común en ambos niveles son los amplios galleys y los espaciosos baños que cuentan con ventanas propias. Dentro de la cabina de pasajeros predominaba el color gris con varios detalles en tonos celestes y violáceos, respetando los colores empleados por la empresa en su logotipo. La iluminación también era acorde con esta ambientación, contando con la posibilidad de ir variando según las fases del vuelo, o a requerimiento de la aerolínea.

El breve historial de esta aeronave no ha sido impedimento para acumular una impresionante cantidad de visitas uniendo destinos tan distantes o exóticos como New York, Washington, Los Ángeles, Minneapolis y Orlando (Estados Unidos), Montreal (Canadá), Hamburgo (donde realizó las primeras pruebas en vuelos con pasajeros), Finkenwerder (donde fue expuesto en la "Aircraft Interiors Expo 2007") y Munich (Alemania), Delhi y Bombay (India), Sydney (Australia), Hong Kong, Shangai y Beijing (China), Tokio (Japón), Taipei (Taiwán), Hanoi (Vietnam), Seúl (Corea del Sur), Bangkok y Chiang Mai (Tailandia), Singapur, Estambul (Turquía), París (donde participó estáticamente en el “47ème Salon International de L'Aeronautique et de l'Espace Le Bourget”), Dubai (Emiratos Árabes Unidos), São Paulo (Brasil) y Buenos Aires (Argentina), entre otros.

El A380-861 matriculado F-WWEA poseía el número de serie 009 y fue el quinto y último avión en unirse a la flota de A380 experimentales. Registrado en un principio como F-WWSF, fue rematriculado a F-WWEA para que los dígitos “Echo Alpha” coincidieran con las iniciales de Engine Alliance dado que esta aeronave tuvo el privilegio de ser la primera de la flota de A380 en efectuar un vuelo con los modernos reactores GP 7200 (25 de agosto del 2006 en Toulouse). El “WWEA” será entregado a Etihad Airways y, a su paso por Chile, poseía interiores bastante rústicos. En ellos, se había privilegiado la funcionalidad por sobre la comodidad y prolijidad, estando casi totalmente desprovista de los acabados básicos de un aparato de línea. A tal punto que carecía de los recubrimientos plásticos que generalmente se emplean para ocultar los distintos aislantes y cableados que recorren el interior de la cabina, dejando expuestas a simple vista algunas secciones estructurales, tuberías de grandes dimensiones y varios manojos de cables que recorren el avión en distintas direcciones. En lugar de los maleteros superiores, se montaron estructuras metálicas donde se alojaban varios equipamientos y sensores. La parte inferior del interior de este A380 estaba mayoritariamente ocupada por contenedores de forma cilíndrica que le conferían la capacidad de cargar lastre para simular un peso de despegue de 430 toneladas. Los mismos compartían lugar con varios racks de instrumentos y algunos puestos de monitoreo en donde los ingenieros de vuelo contaban con voluminosas consolas compuestas de varias pantallas que servían para presentar diversos parámetros, imágenes y datos que se obtienen en las distintas fases del vuelo. Como si todo lo anterior fuera poco, la amplia cabina del “Super Jumbo” aún contaba con lugar para albergar varios sensores, cámaras, extintores, botellones de oxigeno, contenedores de metal y madera, cajas de aluminio y algunas filas de butacas distribuidas irregularmente dentro de la cabina de pasajeros.

Si bien esta aeronave tenía menor carrera de servicio en la firma Airbus, no tenía nada que envidiarle al “WWJB”. Desde su primer vuelo en agosto de 2006, fue vista en Addis Ababa (Etiopía), donde por cuatro días efectuó pruebas en aeropuertos de grandes altitudes. También incursionó por los Emiratos Árabes Unidos, visitando Al Ain (pruebas de operación con altas temperaturas) y Dubai (participó del Dubai Air Show, realizando un vuelo en formación con la afamada escuadrilla acrobática “Patrouille de France”). También se lo vio en Vancouver y Frobisher Bay (Canadá), realizando pruebas de climas fríos en esta última; Madrid y Sevilla/San Pablo (España) y participó dinámicamente del Salón de París/Le Bourget 2007. Además, fue el protagonista de la primera visita a Sudamérica, cuando se trasladó Bogotá (Colombia) al parecer para certificación de los motores EA. Estuvo también en Manila (Filipinas), Springfield, Connecticut y Cincinnati (Estados Unidos), Melbourne (Australia) y Santiago de Chile. Otra particularidad de esta aeronave es que el 30 de agosto del 2006 efectuó un vuelo en formación a baja altura sobre Toulouse junto a los A380 F-WWDD, F-WWOW y F-WXXL.

Si bien se esperaba que este fascinante modelo entrara a prestar servicios con AR, la compleja situación por la que atraviesa la empresa motivó su paso a manos del Estado, lo que puso punto final a la incorporación de las dos máquinas reservadas para la compañía por su anterior propietario, el Grupo Marsans. A esto se suma las pocas expectativas de venta generada en el reducido mercado aerocomercial latinoamericano, en el cual pocas de rutas justifican el empleo de este paquebote volador (Buenos Aires-Madrid, entre ellas). Por eso, con la partida del “WWEA” desde Santiago de Chile, parece concluir la relación de los A380s con el Cono Sur. El complejo escenario que vive la industria del transporte aéreo nos permite proyectar que no habrá nuevas visitas a menos que alguna prueba esporádica lo traiga nuevamente a estas alejadas tierras australes. Y, en el largo plazo, solo nos queda la esperanza de poder verlo aunque mas no sea operando con los colores de alguna de las aerolíneas extranjeras que vuelan regularmente en nuestra región.

Nuestra imagen de apertura

Un integrante de la USAF observa atentamente desde el ala de un KC-135 el paso del A-380 F-WWEA durante FIDAE 2008. Al igual que él, solo unos pocos afortunados fueron testigos de la breve relación entre estos verdaderos gigantes y el Cono Sur (foto del autor).

Para la elaboración de este informe colaboraron Alejandro Drigani y Carlos Ay, tambien consultamos Aeropuertos Argentinos, Airbus Industrie, Airliners, Airport News Ezeiza, Clarín, EADS, Edinburgh Aviation, EMOL, En vivo desde SCL, Hangar 57, Infobae, JetPhotos, La Nación, Modo Charlie, MyAviation, PlanePictures y Toda la Aviación.