|
|||||||||||||||||||||||||
|
|
||||||||||||||||||||||||
|
Breve enciclopedia de revistas aeronáuticas argentinas |
|||||||||||||||||||||||||
“Hace poco mas de un año, podríamos decir ayer, el Centro de Aviación Civil era apenas un embrión de aspiraciones selectas, de las que muchos se burlaban. Fundadores hubo que al ensayar los primeros pasos en el camino de la realidad abandonaron la brecha, poniendo la cobardía de la deserción ante el fantasma de lo remoto, de la quimera de lo imposible...” (Fragmento del editorial del primer número de la revista Aviación, Enero 1921).
Texto de Buenos Aires (3 de agosto de 2007). Si bien en las primeras épocas de la aviación, los diarios, revistas importadas y algunos boletines para selectos hablaban de las hazañas de los pioneros y daban cuenta minuciosa de cuanto ocurría en nuestros aeródromos, la primera revista de aviación que se conoce fue “Aviación”, del Centro Pro Aviación Civil de Buenos Aires, que estaba ubicado en lo que hoy es el barrio de Lugano y cuyo presidente honorario era Florencio Parravicini. Su primer número se publicó en enero de 1921 y en la misma podían observarse notas de actualidad, proyectos, los primeros pasos de la medicina aeronáutica y recomendaciones de grandes personalidades de la aviación argentina para esos audaces que se animaban a lo desconocido. En octubre de 1929 nació la revista “AERO”, una publicación bimestral de actualidad aeronáutica, con notas técnicas que daba cuenta de los records que minuto a minuto se batían en esa época. Repasando algunas de sus publicidades podremos apreciar su espíritu y el tiempo que le tocó vivir: “No se olvide que AERO representa el esfuerzo aeronáutico de la Argentina. Comerciantes, Industriales, Empresas, Estudiantes, Técnicos, Aficionados, Mecánicos, etc. ¡Suscríbase!” (Número 5, julio-agosto de 1930). O bien: “Mande su correspondencia a Europa en 8 días por Vía Aérea - Compagnie Generale Aeropostale (Publicidad publicada en varios números). En su número 13, de agosto/octubre de 1931, descubrimos los primeros esbozos del concepto que hoy conocemos como factor humano: “El factor máquina no es causa de los accidentes”... “a diario las estadísticas prueban que el factor hombre ha sido el causante de la mayoría de los accidentes, pero desgraciadamente el público, el viajero aéreo, por falta de conciente información acusa al factor máquina”. Si de publicaciones aeronáuticas clásicas hablamos no podemos dejar de citar el “Boletín anual de Aeronáutica Civil”. Se publicó entre los años 1934 y 1944 y se trataba de una publicación oficial de la Dirección General de Aeronáutica Civil que proporcionaba detalles de inversión de fondos y subsidios, tráfico aéreo, laboratorio sicofisiológico, accidentes, líneas aéreas, aeródromos públicos y privados, instituciones y comisiones, entre otros temas. Su editorial decía algo que parecería muy extraño para nuestro tiempo: “Se autoriza al periodismo la reproducción del material que publica este boletín”. De igual manera, era una publicación de distribución gratuita, lo que la transforma en una pionera de lo que hoy esta tan difundido en nuestro medio. Hacia las seis décadas de Aerospacio Como no hablar de revistas aeronáuticas argentinas sin mencionar la rica historia de la decana de las revistas aeronáuticas argentinas: “Aeroespacio”. En 1941, para ser más exacto el 27 de octubre se publica el primer impreso que dio origen a la longeva Aeroespacio: El “Boletín Informativo” era un impreso del Comando de Aviación del Ejército que tenía como misión llevar conocimiento al personal aeronáutico militar de entonces. Entre 1945 y diciembre de 1947 se la conoció como “Revista de Informaciones Aeronáuticas” y contó con el aporte de importantes trabajos de autores nacionales. En enero de 1948, con la imagen de la “Victoria Alada” en la tapa (símbolo de la supremacía del poder aéreo), se publicó la primera edición de la “Revista Nacional de Aeronáutica”, que con, el mejoramiento de la presentación, nuevo formato y mayor cantidad de publicidades, se convirtió en una de las publicaciones especializadas de mayor prestigio del ambiente aeronáutico. Adecuándose a los tiempos que corrían, entre enero de 1962 y junio de 1967 pasó a llamarse Revista Nacional Aeronáutica y Espacial. Rebautizada “Aerospacio” a partir de julio de 1967, en 1970 adquirió su designación actual de “Aerospacio, Revista Nacional Aeronáutica y Espacial”… a pesar de haber alcanzado el umbral “espacial”, la Fuerza Aérea no quería que la revista perdiese su “autoridad nacional”. En febrero de 1946 salió a la calle la revista “Argentina Aérea”, cuyo director era Julio Cesar Olmedo. En ella podíamos leer notas de actualidad e historia. Para describirla basta transcribir parte de uno de sus editoriales: “Argentina Aérea es una publicación realizada por un grupo de argentinos, que se dan cabal cuenta de que la aeronavegación es una de las actividades que en su desenvolvimiento, contribuirá eficazmente a la conquista de la independencia económica del país. Argentina Aérea plantea ese problema y todos los conexos, teniendo en cuenta como norma definitiva e inapelable, la consideración de los altos intereses nacionales”. También en 1946, pero en el mes de mayo y circulando por muy poco tiempo, apareció la revista “Aeronave”, cuyo director era José P: Sardi. Aeronave fue pionera en la concepción de las revistas aeronáuticas modernas; ya que se destacaba por tener tapa a color, novedades, notas técnicas y de seguridad aérea y, entre otras cosas, por ser la primera en publicar una lámina o doble página central con ilustraciones alusivas. A partir de 1948, cuando todavía no existían Internet ni los grandes sistemas informáticos de reservas, los operadores turísticos comenzaron a basarse en la “Guía Argentina de Tráfico Aéreo”, publicación mensual en la cual podían ver los horarios y tarifas de todos los vuelos que operaban en el país, como así también informaciones generales, diferencias horarias, agencias de viajes, trámites en consulados, inmigraciones y notas de los diferentes tipos de aviones que volaban en la época. A pesar de los vaivenes que el país y la industria han debido sobrellevar en las seis décadas subsiguientes, la GATA se mantiene vigente como referencia de la industria del turismo y afines y, gracias a la expansión que le ha dado la editorial Newgate, ha evolucionado con productos especializados tales como “Rèport” y “Rèport Américas” que hoy circulan en papel o vía correo electrónico (bien conocidos por su circulación en el Grupo de Usuarios de Pista 18). En enero de 1954 nació la “Revista de la Escuela de Comando y Estado Mayor”. Esta fue creada por el entonces Ministerio de Aeronáutica con el objetivo de difundir trabajos de investigación y comentarios de cuestiones militares relativas a la guerra aérea. La publicación se mantiene vigente hasta nuestros días, bajo la designación “Revista de la Escuela Superior de Guerra Aérea” (RESGA), circula exclusivamente entre el personal superior de fuerzas armadas nacionales y extranjeras y su director es el propio director de la escuela. Las sorpresas de la modernidad
Saltando un par de décadas, dominadas mayormente por revistas extranjeras, llegamos a los últimos treinta años; período en el cual vimos surgir varias hermosas revistas que las sucesivas crisis económicas, la falta de masa crítica del mercado o la deficiencia de sus políticas comerciales se encargaron de hacer desaparecer. Solo unas pocas de ellas han sobrevivido adecuándose a la revolución digital de Internet o transformándose en revistas de circulación cerrada en distintos segmentos de la industria. Escribiendo este artículo, debo admitirlo, “se me piantó un lagrimón” cuando hube de encarar el capítulo “Aerodeportes”. Nacida “Espacio Aéreo Aerodeportivo” a la sombra de su par militar Aeroespacio, Aerodeportes fue órgano oficial de la Confederación Argentina de Entidades Aerodeportivas (CADEA). Nació en septiembre de 1980, en un humilde formato tabloide, y estaba destinada a ser intérprete de las necesidades y aspiraciones del aerodeporte argentino. A partir del número 41 adquirió formato revista y su designación final. Con un contenido mas ordenado, sustancioso y específico; contaba con una gran cantidad de ansiosos y entusiastas colaboradores. Esta era, después de Aerospacio, mi revista predilecta: Con un formato ameno y sencillo, contaba historias de vida de los aeronáuticos, relataba eventos, y revisaba aspectos técnicos para constructores amateurs, pilotos, técnicos, aeromodelistas y todo aquel apasionado por lo que vuela. En noviembre de 1989 salió su último número. Otra de las revistas que durante 22 años nos mostró ese maravilloso mundo de la aviación naval fue “Mach 1”. Publicada por el Círculo informativo Profesional de la Aviación Naval, fundado en la base aeronaval de Punta Indio, nos mostraba temas técnicos históricos, sociales y anecdóticos de la aviación en una de sus mas difíciles expresiones, la aviación naval. “Pista 18”, antecesor directo de nuestro portal, fue una revista de aparición trimestral dedicada a divulgar noticias e historias de la aviación argentina. Si bien sus primeras ediciones, dirigidas por Carlos Abella y Sergio Minchiotti, eran bastante humildes, con el tiempo llegó a tener tapas a color. Su rasgo distintivo y más reconocido fue su capacidad de recopilar y publicar datos muy precisos referidos a eventos e historia de la aviación en su conjunto. Como predecesoras de esta podemos mencionar al “Boletín del Grupo Información Aérea”, “Aviación Latinoamericana”, “Latin American Wings”, “LAW en Castellano” y “Aviación Argentina”. Su último número, el 19, se publicó en febrero del 2002 y buena parte de sus coleccionistas debieron adquirirla en Internet ya que la circulación “en papel” estuvo reducida a unos muy pocos ejemplares impresos… ¡en fotocopias! “Espejo Aeronáutico” era una revista trimestral oriunda de Mendoza muy bien ilustrada, con lámina central a todo color y notas de historia, actualidad y técnicas del área aerospacial. A partir del número 22, en diciembre del 2001 paso a ser una revista en la World Wide Web. Existe también un personaje de historietas que hace cuarenta años nos acompaña en nuestros vuelos imaginarios. “A pesar de volar un antiguo biplano, pero tan noble como el caballo de un gaucho” reza su biografía oficial, nuestro amigo “conoce todos los secretos de la aviación y se las arregla para salir indemne de las mas riesgosas situaciones”. No hace falta decir que estamos hablando de “Lúpin”, un aviador que se metió en el corazón de todos los aeronáuticos argentinos y que, en su revista, ha sabido brindarnos, además de jugosas anécdotas, planos de aeromodelismo y barriletes, diseños electrónicos y una interminable carga de imaginación juvenil. A pesar de haber perdido recientemente a Héctor Mario Sidoli, uno de sus creadores, la revista continúa muy activa de la mano de Guillermo Guerrero y un activo equipo de redacción que ya supera las 480 ediciones. También anticipándose a los portales web ventas y subastas, en la aviación civil argentina hace 20 años que nadie puede dejar de pensar en “Aeroventa”. Su primer número salió a la venta allá por 1985 y, gracias a su aparición bimestral, creó un verdadero espacio para publicar avisos clasificados aeronáuticos en forma gratuita que trascendió las fronteras de la propia Argentina y llegó al resto de América. A pesar de sus características páginas amarillas repletas de avisos comerciales, Aeroventa se distingue también por la calidad de sus notas técnicas, comentarios editoriales, citas bibliografías y jugosas anécdotas y vivencias. “Alas de América y el Mundo” nació en marzo de 1994, ofreciendo una amplia y documentada información mensual referente a la aviación en todas sus facetas. Alas, tal como la conocen sus colecciones, se distingue por su excelente calidad gráfico y por contar con columnistas de renombre no solo en Argentina sino también en el exterior. Una revista de lectura amena que comercializó varios subproductos, tales como calendarios ilustrados, libros específicos, CDs interactivos, una completa guía del estudiante y videos (entre otros temas), fue dirigida inicialmente por Carlos García. Tras varios cambios en su conducción editorial, Alas ha terminado siguiendo la línea de muchas revistas del tema y comenzó a circular gratuitamente entre el público profesional, aunque también está disponible en formato Internet. “Aviación Experimental y Deportiva” es una publicación bimestral que pasó a cubrir parte del espacio que Aerodeportes dejó vacante. En sus páginas podemos encontrar notas referidas a experimentales, eventos, proyectos, como así también jugosas notas técnicas, historias y avisos clasificados. “Lima Víctor” es una revista trimestral que nos cuenta noticias e historias de la aviación civil y comercial argentina. Nació hace aproximadamente cuatro años en Bariloche y en sus páginas podemos encontrar muy buenas fotos e ilustraciones de la aviación civil nacional. Además, se distingue por poseer un excelente correo de lectores en el cual pueden evacuar sus dudas los seguidores de la publicación que conducen Francisco Halbritter y Marcelo Miranda. Quisiera mencionarles también, aún a sabiendas y pidiendo disculpas por omitir algunas, revistas tales como “Aviación Popular”, “Aerocomercial”, “Impulso” (boletín oficial de la Asociación Aeronáutica Argentina), “En Vuelo” (tabloide de la Fuerza Aérea), “Aeroguía”, “Nueva Frontera” (revista de actualidad espacial), “New-Bery” (de la ENET N° 1 “Jorge Newbery”) “Alas del Sur” (de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas), “AVA” (Asociación de Veteranos de La Aviación Comercial), “ICARO” (revista de vuelo libre), “ULX” (Ultralivianos y Experimentales), “Boletín Avex” (de la Asociación Argentina de Aviación Experimental) y muchas otras que, aunque más fuese por un breve lapso, enriquecieron nuestro conocimiento e interés por la aeronáutica. Para concluir, quisiera reconocer y alentar a todos aquellos entusiastas aeronáuticos que, desde los mismos comienzos de la aviación, han invertido tiempo y sacrificado ahorros personales para acercarnos información sobre este siempre cambiante mundo aeronáutico. Espero que su “llama sagrada” nunca se apague y que Internet no nos quite el placer de continuar leyendo buenas revistas de aviación. |
|||||||||||||||||||||||||
|
|
|||||||||||||||||||||||||
|
Guillermo Rubén Cangelosi, es licenciado en higiene y seguridad del trabajo, técnico aeronáutico y especialista en telecomunicaciones. Entre 1987 y 1992, se desempeñó como coordinador general de la Comisión Aeronáutica Jorge Newbery, entidad sin fines de lucro dedicada a la recolección de materiales aeronáuticos para la ENET Nº 1 "Jorge Newbery" de Villa Luzuriaga, donde participó en la organización de exposiciones y conferencias y participó en la publicación de una publicación interna. Reconocimientos: El autor desea agradecer los aportes de la Biblioteca Nacional de Aeronáutica, la Biblioteca del Congreso de la Nación y el Comodoro Gustavo L. Brea. |
|||||||||||||||||||||||||
|
|
|||||||||||||||||||||||||
Nuestra imagen de apertura |
|||||||||||||||||||||||||
|
|
|||||||||||||||||||||||||
|
El portal - Humor - Pasando Revista - Wall papers - Registro Argentino |
|||||||||||||||||||||||||
|
|
|||||||||||||||||||||||||
|
© 2002-2011- Todos los derechos reservados |
|||||||||||||||||||||||||
