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Humor - 07/2007


Exclusivo sistema de defensa de aeródromos...

Esta imagen exclusiva obtenida por un fotógrafo de nuestro medio nos permite aseverar que ya se encontraría en servicio el más moderno sistema de vigilancia y defensa de aeródromos concebido en el país. Conocido por la designación confidencial SVA-1 "Tero", el sistema incorpora los más recientes desarrollos tecnológicos concebidos en los laboratorios de investigación de la defensa nacional. Caracterizado por sus bajos costos de adquisición y operación, el SVA-1 implementa sin embargo una amplia gama de modernas tecnologías: Alarma sonora de alta frecuencia, armamento ofensivo con aplicaciones tanto aire-aire como aire-tierra (dispositivos alares "Espolón" Mk.2), capacidades STOL y VTOL, planta motriz con baja señal electromagnética y capacidades Stealth, bajos niveles de consumo de combustible y bajo impacto ambiental general. El éxito alcanzado con este proyecto, que ya se encontraría en servicio en varias bases aéreas, aeródromos militares y bases aeronavales, habría alentando a sus diseñadores a concebir un sistema modular más sofisticado aún que permitiría competir, a costos muy inferiores a los previstos originalmente y un fuerte consumo de mano de obra y materiales nacionales, con el proyecto de radarización del gobierno. Según detalles que hemos logrado recoger de fuentes generalmente muy confiables, el proyecto integraría sistemas de vigilancia a gran altura SVGA-2 "Cóndor Andino", de altura intermedia SVAI-3 "Halcón Pampeano" y de comunicaciones SC-4 "Paloma Mensajera"; haciendo gala del ingenio y pujanza de la siempre dinámica industria nacional...


¡Qué inspector!

Cuentan que, en la década de 1990, el congreso norteamericano legisló que "Santa Claus" debía contar con certificación de la Federal Aviation Administration para continuar operando su famoso vuelo de los 24 de diciembre a media noche. Respetuoso de la ley, nuestro querido "Papá Noel" se preparó a conciencia para el examen de habilitación: Mandó el trineo a C-Check a una firma debidamente habilitada, tanto él como sus renos renovaron el examen sicofísico y se aseguró de cambiarle la baliza anti-colisión al noble Rudolf por un repuesto original.

El día del examen, "Santa" se enteró que su inspector sería un funcionario proveniente de la Dirección Nacional de Aeronáutica argentina, quien se encontraba en EE.UU. por un programa de intercambio gracias a los acuerdos de cooperación aeroespacial firmados por la Administración Menem. Mientras subían al trineo, el noble anciano se percató que el inspector muy poco disimuladamente escondía entre sus ropas una portentosa Magnum 357... preocupado, encaró al aviador sudamericano y le preguntó: "Hijo, ¿para que tres ese arma oculta en tu abrigo?" Un poco incómodo, el inspector le respondió: "Vea, jefe, yo no debería anticiparle esto; pero hoy vamos a verificar una plantada de motor en el decolaje..."


Final corta

Dicen los que saben que la hélice no es mas que un enorme ventilador colocado delante del avión para mantener fresco al piloto. Si no me creen, fíjense como transpira el piloto cuando la hélice se detiene...
(extraído de "las 24 reglas del piloto")

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