|
El MiG-21 PFM “770” de
la antigua República Democrática Alemana es uno de los dos
aparatos del tipo que posee la asociación (Foto Fernando L. Puppio Guzmán). |
|
La ciudad de Toulouse
es rica en historia y patrimonio aeronáutico. Rodeada por dos aeródromos
civiles (Lasbordes y Mountaudran), uno militar (Francazal) y el
aeropuerto internacional de Blagnac, con el extenso complejo
industrial de EADS y Airbus, es un interesante punto de aproximación al
pasado, presente y futuro de la aviación francesa y europea.
Allí y con su propio
hangar dentro de la zona industrial del aeropuerto, tiene sus
instalaciones la asociación “Ailes Anciennes”, que después de 25
años de actividades tiene como objetivos principales conservar y mostrar
el patrimonio aeronáutico local, amén de la creación formal de un museo
en Blagnac. Las visitas son sólo los sábados por la mañana, por el
acceso Louis Breguet de la fábrica Airbus. Allí deberemos identificarnos
convenientemente, el personal de seguridad extenderá los pases
correspondientes, nos advertirá sobre la prohibición de tomar
fotografías fuera del área del museo y los responsables de Ailes
Anciennes Toulouse nos llevarán directamente a su hangar y plataformas
de exhibición.
El fondo aeronáutico de
la asociación no es pequeño, hay variedad y unas cuantas rarezas. El
grupo de aviones de combate (caza, ataque o bombardeo) es el más
numeroso. Provenientes de Alemania hay dos MiG-21 PFM, uno restaurado
(el “770”) y el otro no (el “22-86”) y un F-104 (el “21+91”). También
del antiguo Pacto de Varsovia hay un MiG-15 Bis en proceso de
restauración. De la USAFE hay tres F-84 (dos del modelo “F” y uno del
“G”), un F-100 y un F-101, ambos sin restaurar aún, un A-26 que está
siendo restaurado por completo actualmente y un impecable T-33. De la
confederación helvética el Hawker Hunter J-4065 que en 1995 llegó en
vuelo desde Payerne (Suiza). Finalmente, llegado de Inglaterra, un De
Havilland Vampire T11. La próxima incorporación prometida es un Saab
Draken.
|
Gloster Meteor NF11 del
Centre d´Essais de Vol del Armée d´Air en Brétigny (Foto
Federico Puppio). |
|
Naturalmente, el grupo
más numeroso lo forman las aeronaves francesas y es encabezado
por un Gloster Meteor NF11 que llegó en vuelo en 1984 desde el Centro de
Ensayos de Vuelo (CEV) en Bretigny. Dos son los Mystere IVA, uno
restaurado y con los colores de la Patrouille de France (c/n 44) y el
otro desmontado y para ser restaurado (c/n 01). También existe en
exhibición un reluciente ejemplar de la versión Super Mystere. Los
clásicos Mirages son tres: dos IIIC y uno IIIE (llevaba cámaras
fotográficas para reconocimiento, aunque han sido retiradas
actualmente), con la particularidad de que el M-IIIC (c/n 86) con el
esquema de pintura en tonos aptos para zonas áridas operó en Djibuti. El
SO-4050 Vautour IIB también fue de las aeronaves que llegaron en vuelo.
Lo hizo en 1981 proveniente del CEV de Cazaux. También la asociación
dispone de un F-8NG Crusader en prefecto estado, que perteneció a la
Armada Francesa.
Por otra parte, las
aeronaves de entrenamiento y enlace son el Nord 1101 (un derivado
de post guerra del Me-208), un MS-733, un T-6G, un MS-760 Paris y un
Fouga Magíster. En el sector de helicópteros se destacan un
prototipo del SA-340 Gazelle (c/n 02) completamente restaurado por la
asociación, un Piasecki H-21 de “l'Aéronavale” y un SO-1221 Djinn ambos
en proceso de restauración. Pendientes de reparaciones se observan un
H-34A (producido bajo licencia por Sud Aviation con el c/n 116), un
SA-350 Ecureuil (F-WZJL) y Alouettes II y III (uno de cada modelo).
Del ámbito del
transporte de cargas y pasajeros, podemos destacar los exponentes
más voluminosos, como son el Super Guppy, el Caravelle (de la
desaparecida aerolínea Air Toulouse), o el Breguet 765 Sahara (c/n 504)
en proceso de restauración. Recientemente la asociación restauró el más
pequeño AMD-BA Falcon 10 (F-ZACB), que perteneció al Banc d´Essais
Larzac. También dos Noratlas aguardan la restauración ubicados al final
del área de exhibición exterior del museo. No debemos olvidar al MD-312
Flamant, al ubicuo Broussard o al DC-3. Quedan también pendientes de
largas y difíciles restauraciones los prototipos de un SO 6025 Espadon
(primer avión europeo supersónico en vuelo horizontal) y de un Onera
Deltaviex. Pero ello seguramente no será un problema, ya que el grado de
motivación y el entusiasmo de los colaboradores son muy altos, así lo
demuestran las piezas terminadas.
"Chez Airbus": La
fábrica del A380
|
El Super Guppy número 2,
que voló por primera vez en agosto de 1972 y llegó en su vuelo
final a Toulouse en 1996, totalizando 14.110 horas de vuelo y
6.261 ciclos (Foto Fernando L. Puppio Guzmán). |
|
Finalmente, Vuelo
Rasante tuvo la oportunidad de visitar la factoría Jean-Luc Lagardère
del consorcio Airbus, donde se monta el novísimo A380. Allí pudimos
observar, en distintas etapas de producción, cinco células completas,
tres dentro del hangar (con colores de Singapore Airlines) y dos en la
zona exterior (uno de ellos también con colores de la aerolínea
asiática). También hubo ocasión de ver decolar y aterrizar al cuarto
avión construido, que realizaba pruebas con vistas a la homologación del
modelo. El incesante trabajo de las líneas de montaje del fabricante
europeo también permitió ver despegar a un A300-600ST Beluga, de los
cuales Airbus opera cuatro en exclusiva para el abastecimiento de sus
factorías y un quinto es usado para servicios propios, o eventualmente
alquilado a terceros, entre ellos la ONU, por mencionar un cliente.
Los spotters tienen sus
lugares favoritos a lo largo de las carreteras D43 y RD901, que unen las
localidades de Colomiers, Cornebarrieu y Blagnac, rodeando el aeropuerto
y las instalaciones de EADS, Airbus y sus principales proveedores
locales. Por otra parte durante un fin de semana del mes de mayo se
realiza la exposición AirExpo (que ya va por la vigésima edición) en el
aeródromo de Muret-Lherm, cercano a la ciudad de Toulouse. También
existe la muestra permanente de material espacial en “La Cité de
l´Espace”, autopista de por medio con el aeródromo de Lasbordes. Por
tanto, Toulouse es sin duda un lugar de visita para el aficionado
aeroespacial por la rica variedad de opciones que ofrece.
Fernando L. Puppio Guzmán
Federico L. Puppio
|