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Enmarcadas por la enseña patria
se aprecian las aeronaves navales que se exponen en el parque de
armas del museo. |
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El nacimiento del Museo
Naval de la Nación (MNN) se remonta al 20 de mayo de 1892. Su creación
se debe a la iniciativa de los miembros del Centro Naval, motivo por el
cual, en sus orígenes, expuso su colección en las instalaciones de dicha
institución; siendo esta de acceso reservado a socios e invitados. Por
decisión de la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires, el Centro
Naval recibió un terreno ubicado entre las calles Florida y Córdoba
destinado a la construcción de un nuevo edificio para esta institución,
por lo que en 1915 el MNN se mudó al cuarto piso del nuevo edificio.Con el correr del
tiempo la colección del MNN se vio incrementada por donaciones y
adquisiciones diversas, por lo que se hizo necesario contar con un lugar
de mayores dimensiones dada la imposibilidad de exponer la totalidad de
los elementos que formaban parte de su patrimonio.
Este inconveniente fue
solucionado en 1946 con el traslado del museo al edificio donde antes
habían funcionado los Talleres de la Marina en la localidad bonaerense
de Tigre. Estos amplios galpones se encuentran emplazados en la ribera
derecha del Río Luján y tienen un valor agregado desde el punto de vista
histórico ya que cuentan con el privilegio de ser el más antiguo taller
de reparaciones que tuvo la Armada Argentina (ARA). A través de los
años, la ARA dio a estas instalaciones varios usos. Pero las mismas
quedaron obsoletas al incorporarse unidades navales de mayor porte; por
lo que sus actividades comenzaron a ser desarrolladas en el Arsenal
Naval construido en el Puerto de Buenos Aires.
Actualmente, el museo
cuenta con una gran colección de objetos relacionados con la actividad
naval civil y militar de nuestro país e internacional. Un aspecto muy
importante a tener en cuenta es que dicha institución tiene el orgullo
de poseer una de las colecciones de torpedos Whitehead más importantes
del mundo.
Dentro de sus
instalaciones podemos visitar salas relacionadas a distintos temas
navales y afines, una de las cuales se encuentra dedicada a la
Aviación Naval Argentina. La misma esta conformada por una muy
interesante colección de maquetas que representa casi la totalidad de
las aeronaves empleadas por la ARA a lo largo de su historia. Entre el
material expuesto se destacan objetos como el tablero de control de
situación de la cubierta de vuelo del portaviones ARA "25 de Mayo" y una
hélice perteneciente al hidroavión "Santa Maria", mientras que en la
parte central podemos apreciar dos vitrinas que contienen modelos a
escala de gran tamaño, uno del portaviones ARA "Independencia" y otro
del dirigible "El Plata". La muestra aeronaval se completa con objetos
tales como fotos, instrumentos de vuelo y artículos personales de
pilotos navales, etc.
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Misil aire-tierra Martín
Pescador, expuesto en la sala de armas. |
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Otro lugar que contiene
material de relevancia aeronáutica es la Sala de Armas, donde
podemos encontrar suspendidos del techo dos misiles. El primero es una
reproducción del mortífero misil AM-39 Exocet. A su lado se encuentra un
misil aire-tierra de producción nacional Martín Pescador. Aquí también
se pueden apreciar distintos elementos de interés, tales como montajes
antiaéreos navales y terrestres de ametralladoras o cañones; e incluso
un viejo misil de práctica Tiger Cat empleado por la Infantería de
Marina.
Parque
de Armas
Sin dudas el sitio de
mayor importancia para los aficionados de la aviación militar es el
parque, donde rodeados de diversos cañones se encuentran expuestas tres
de las aeronaves que prestaron servicio en la ARA. Dos de ellos se
encuentran sobre pedestales: el SNJ-4 Texan 0442/4-G-75 (c/n
88-11825) y el F9F-2 Panther 0453/3-A-118 (Bu. Aer. No. 127206)
que prestó servicios hasta marzo de 1970 en la 1ª Escuadrilla Aeronaval
de Ataque.
El tercero y último es
un A-4B Skyhawk y corresponde un híbrido construido a partir
células adquiridas como fuentes de repuestos. La misma recibió esquema
de pintura y escudo correspondientes a la 3ª Escuadrilla Aeronaval de
Caza y Ataque. En su matriculación se observa una ligera confusión
(involuntaria o no): Seguramente tratando de representar aeronaves que
tomaron parte en la Guerra de Malvinas, a este A-4 se le aplicó la
característica naval 3-A-312 y la matrícula 0667, que no corresponden al
mismo aparato original. La característica corresponde a la aeronave de
la cual se eyectó el teniente de navío J. Arca (0665/3-A-312, Bu.
Aer. No. 145010) y la matrícula se asocia al Skyhawk en el cual fue
derribado el teniente de fragata M. Márquez (0667/3-A-314, Bu. Aer. No.
145050). Ambas bajas se produjeron el 21 de mayo de 1982.
Otra peculiaridad de esta aeronave es que durante mucho tiempo ostentó
dos kill maringks de color rojo, los que desaparecieron al ser repintado
el avión.
También puede
observarse el pedestal vacío (que ahora sirve de apoyo a un ancla) en el
cual se encontraba el F-4U-5NL Corsair 0433/3-A-202 (Bu. Aer. No.
124541). Tras ser vendido en 1994 a la Association Française d'Avions
Historiques y sobrellevar un difícil proceso de restauración y
modificación al modelo F4U-7, fue puesto en condiciones de vuelo y
rematriculado F-AZYS, representando actualmente al Bu. Aer. No. 133704
de la Flottille 14F de la Aeronavale Française.
Exposición a cielo abierto, un verdadero
inconveniente
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El F9F-2 Panther del museo, que
perteneciera a la 1ª Escuadrilla Aeronaval de Ataque, muestra un
elevado estado de deterioro en su esquema de pintura. |
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La vistosa disposición
de dichas aeronaves podría considerarse como una ventaja, ya que sirve
para despertar el interés del público que pasea por la ribera. Pero esto
tiene como contrapartida la rápida degradación las mismas, ya que la
proximidad del curso de agua combinada con la acción de la lluvia y el
sol facilitan el proceso de corrosión de las células y generan efectos
tales como manchas de humedad y resquebrajamiento o desprendimiento de
la pintura de estas aeronaves. Por este motivo es que recientemente
debieron ser repintados el Texan y el Skyhawk. Desafortunadamente, el
Panther no corrió con la misma suerte, motivo por el cual presenta un
aspecto de gran deterioro. Si bien la situación económica actual no
permite destinar fondos para solucionar este y otros problemas del
museo, este es un aspecto importante a tener en cuenta para el futuro
próximo. El repintado o reparación parcial de estas aeronaves solo
constituye una solución temporal a un problema que ira incrementándose y
que, con el correr del tiempo, podría tornarse irreversible.
Esteban Gabriel Brea
(fotos del autor)
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